EL DIOS QUE YO CONOZCO

22.04. FILIPENSES - Tema

La Epístola a los Filipenses es una carta de un amigo a sus amigos, una carta de consejo espiritual, escrita para reconocer una ayuda dada con amor.

Pablo les habla a los creyentes de Filipos de sus prisiones, del progreso del Evangelio en Roma, de los esfuerzos de ciertos adversarios para afligirlo mediante una oposición sectaria, pues predicaban a Cristo movidos por la envidia y el espíritu de división (cap. 1: 12-17).

Les cuenta de la paz interior y del gozo que lo sostuvieron en todas sus aflicciones. Se siente seguro de la simpatía de ellos; les escribe teniendo la confianza plena de la amistad cristiana. Su gozo es el gozo de ellos.

Les habla de la incertidumbre de su futuro, pues no sabe cómo terminará su juicio, si en muerte o en vida. Pero está preparado para ambas: una vida santa es una bendición, y también lo es una muerte santa (vers. 19-24).

Les habla de que acepta sus presentes con gratitud. No había estado dispuesto a recibir ayuda de otras iglesias, pero con ellos compartía una estrecha intimidad, y esa amistad afectuosa y confiada hacía que estuviera listo para aceptar la ayuda de ellos (cap. 4:14-17). La apreciaba no tanto como un alivio para sus propias necesidades, sino más bien como una evidencia adicional del amor de ellos por él y de su crecimiento en ese amor, que es la primera de las virtudes cristianas.

Él, les dice, se sentía contento, pues había aprendido a bastarse a sí mismo en el sentido cristiano. Nadie sentía como él sus propias debilidades, pero podía hacer todas las cosas con la fortaleza de Cristo (vers.10-13).

Por lo tanto, el tema de la epístola es el gozo en Cristo. Pablo escribió esta carta mientras estaba preso y sin saber qué le sucedería; sin embargo, utiliza repetidas veces las palabras "gozo" y "regocijaos". La expresión "en Cristo" aparece con frecuencia, y cuando está unida con el pensamiento de gozo, expresa adecuadamente el tema de la epístola.