Cualquiera que lea el griego bíblico puede reconocer diferencias en estilo literario dentro del Nuevo Testamento. El que sabe poco griego, que lee sin dificultad lo que escribió Juan, quizá se desespere cuando trate de leer la segunda Epístola de Pablo a los Corintios o la Epístola a los Hebreos.
Los autores del Nuevo Testamento pertenecían a diferentes estratos sociales y habían pasado por diversas clases de instrucción y educación. Esas diferencias del ambiente de donde procedían se reflejan en su lenguaje. Algunos usaban las formas más sencillas del griego familiar, mientras que otros procuraban expresarse en forma literaria en su estilo y expresiones.
El griego más sencillo del Nuevo Testamento es el del Apocalipsis, en tanto que el más refinado y elegante estilo se aprecia en la Epístola a los Hebreos. Los escritos de Lucas están muy cerca de esta epístola por la excelencia de su estilo, y las cartas que llevan el nombre de Pablo quizá sigan a continuación.
El Evangelio de Marcos está en el extremo opuesto, o sea, escrito en un lenguaje muy sencillo. E autor se preocupó más por el importante contenido de su estudio que por la forma literaria.
Los autores del Nuevo Testamento pertenecían a diferentes estratos sociales y habían pasado por diversas clases de instrucción y educación. Esas diferencias del ambiente de donde procedían se reflejan en su lenguaje. Algunos usaban las formas más sencillas del griego familiar, mientras que otros procuraban expresarse en forma literaria en su estilo y expresiones.
El griego más sencillo del Nuevo Testamento es el del Apocalipsis, en tanto que el más refinado y elegante estilo se aprecia en la Epístola a los Hebreos. Los escritos de Lucas están muy cerca de esta epístola por la excelencia de su estilo, y las cartas que llevan el nombre de Pablo quizá sigan a continuación.
El Evangelio de Marcos está en el extremo opuesto, o sea, escrito en un lenguaje muy sencillo. E autor se preocupó más por el importante contenido de su estudio que por la forma literaria.