La importancia de estos descubrimientos no fue menor que la de la publicación de los papiros de Bodmer entre 1956 y 1961.
Esta colección lleva el nombre de Martin Bodmer, bibliófilo y humanista suizo, fundador de la Biblioteca Bodmer de Literatura Mundial en Coligny, suburbio de la ciudad de Ginebra, quien los compró a un comerciante en antigüedades egipcio.
Además de incluir obras clásicas, apócrifas y de la época cristiana primitiva, la colección comprende manuscritos bíblicos en griego y en copto. Los MS del NT son de importancia capital.
El papiro Bodmer II, denominado P66, fue publicado en 1956 por Victor Martin, profesor de filología clásica de la Universidad de Ginebra. Este manuscrito contiene desde Juan 1:1 hasta 14:15; le falta sólo el pasaje de Juan 6:12-35a.
Según el estudio paleográfico que realizó, Martin fechó el manuscrito por el año 200 d. C.
Por su parte, Herbert Hunger, director de las colecciones papirológicas de la Biblioteca Nacional de Viena, propuso una fecha anterior, como a mediados del siglo segundo.
Según estas fechas, el papiro tendría por lo menos 125 años más que los grandes unciales que mencionaremos más adelante.
El P66 es el mejor preservado de todos los papiros bíblicos y viene de unos cien años después que el cuarto Evangelio fue escrito. Por lo tanto, debe ser considerado como importante testigo de la forma original del Evangelio. Las cien páginas publicadas miden unos 15 por 14 cm. En 1958 se publicaron los fragmentos de las 46 páginas restantes. En 1962 se publicó una copia facsímile de todo el manuscrito.
Los papiros Bodmer XIV y XV, denominados P75 contienen importantes secciones de Lucas y Juan. Fueron publicados en 1961 por V. Martin y P. Kaiser, quienes les asignaron una fecha entre 175 y 225 d. C. Constan de 102 páginas de las originales (que deben haber sido como 144); cada una de ellas mide como 27 por 13 cm. Incluye desde Lucas 3:18 hasta 18:18, y desde Lucas 22:4 hasta Juan 15:8.
Básicamente el texto coincide con el del Códice Vaticano y con los manuscritos sahídicos de la versión copta. Es posible que sea algo más antiguo que P66, y su texto parece ser mejor que el de aquél. Ambos manuscritos son del tipo alejandrino. El P75 se asemeja más al Códice Vaticano, mientras que el P66 se parece más al Códice Sinaítico aunque tiene en ciertos puntos textos que no se encuentran en otros manuscritos.
El papiro P75 contiene la copia más antigua del Evangelio de Lucas y probablemente la segunda en antigüedad de Juan. Este papiro es, por lo tanto, de inestimable valor. Estos MSS muestran que el tipo alejandrino de texto existía ya por el año 200 d. C.
Los papiros Bodmer VII y VIII, denominados P72, contienen las más antiguas copias que se conocen de Judas y 1ª y 2ª Pedro.
Estos libros bíblicos estaban encuadernados junto con una mezcla de otros documentos, copiados por cuatro escribas diferentes. Además de las tres epístolas, la colección contiene la Natividad de María, la Undécima Oda de Salomón, la Homilía de Melito sobre la Pascua, un fragmento de un himno, la Apología de Filias y los salmos 33 y 34.
Este códice de papiros, escrito en el siglo tercero, fue publicado por Michel Testuz en 1959. El texto de las epístolas es en esencia el del Códice Vaticano y de la versión sahídica.
El papiro Bodmer XVII, denominado P74, fue publicado en 1961 por Rodolfo Kasser. Contiene partes de Hechos, Santiago, 1ª y 2ª Pedro, 3ª Juan, y Judas. Está mal conservado, y por ser del siglo séptimo no tiene la importancia de los primeros papiros mencionados.