Marcos es el más corto de los cuatro Evangelios; sin embargo, en muchos aspectos es el más ágil y vigoroso de todos.
Aunque sólo tiene dos tercios de la extensión de Mateo, registra la mayor parte de los incidentes que menciona éste. Su estilo es terso, fuerte, incisivo, vívido, pintoresco, y a menudo da detalles significativos que no mencionan los otros evangelistas.
Marcos da énfasis a Jesús como un Hombre de acción, mientras que Mateo lo presenta como un Maestro. Por lo tanto, Marcos registra casi todos los milagros que mencionan los otros Evangelios sinópticos.
Una palabra muy característica de Marcos es ευθυς [euthus]: "luego" (cap. 1: 10, 12, 18, 20, 21, 29); "enseguida", "inmediatamente", "al instante" (cap. 1:30, 42); "al momento" (cap. 4:16). La utiliza más a menudo que todos los otros escritores del Nuevo Testamento juntos.
Marcos relata la vida de Cristo mayormente en orden cronológico, y no por tópicos como lo hace Mateo.
Su énfasis en los milagros señala claramente su propósito: destacar el supremo poder de Dios, como puede verse en las"maravillas" y "milagros" hechos por Jesús. Este es el objetivo primario de Marcos, así como el de Mateo es señalar que Jesús cumplió todas las predicciones de los profetas del AT.
Mateo prueba que Jesús es el Mesías basándose en que es Aquel de quien los profetas dieron testimonio.
Marcos prueba que Jesús es el Mesías por el testimonio que da de su poder divino, el cual, presumiblemente, sería más convincente para los lectores a quienes se dirigía: cristianos de origen gentil, posiblemente romanos.