EL DIOS QUE YO CONOZCO

19.04. 2 CORINTIOS - Tema

El motivo inmediato de la epístola fue el informe animador que Tito había traído de Corinto.

La primera parte de la carta trata de la recepción que habían dado los corintios a la epístola anterior de Pablo, y repasa algunos de los problemas que se tratan en ella.

Siguiendo las instrucciones de Pablo, la iglesia había eliminado de su seno al ofensor inmoral de 1 Corintios (1 Cor. 5:1-5; cf. 2 Cor. 2: 6); Pablo ahora aconseja cómo rescatar al que había sido pecador.

Se da énfasis especial a las contribuciones recogidas en las iglesias de Macedonia y Grecia para los pobres. Pablo tomó muy en serio esta misión, pues uniría los corazones de los cristianos de origen judío y de los de origen gentil con un vínculo de hermandad y unidad.

Los creyentes de origen gentil serían inducidos a apreciar los sacrificios de los cristianos de origen judío para llevarles el conocimiento del Evangelio, y los judíos serían inducidos a apreciar el espíritu de hermandad del cual las dádivas daban un testimonio mudo, pero elocuente.

Pero la iglesia de Corinto había sido descuidada en reunir su contribución y había quedado muy por detrás de las iglesias de Macedonia, quizá como resultado de las luchas y la inmoralidad que habían absorbido su atención. En esta carta Pablo les hace una exhortación final para actuar con rapidez y diligencia.

Parece que la mayoría de los miembros de la iglesia de Corinto aceptaron de buena gana el consejo de Pablo y sus colaboradores; habían recibido a Tito con los brazos abiertos. Pero casi desde el principio había bandos en la iglesia; unos favorecían a un caudillo; otros, a otro.

Gran parte de las dificultades ocasionadas por ese partidismo se habían aquietado, pero persistía una franca y perversa oposición, quizá de parte del bando judaizante similar al de Galacia. Su propósito era socavar la obra, la autoridad y el apostolado de Pablo.

Los adversarios acusaban a Pablo de inconstancia por no haber ido a Corinto, como antes lo había prometido. Argumentaban que le faltaba autoridad apostólica; lo tildaban de cobarde por tratar de dirigir la iglesia desde lejos y por carta; decían que eso demostraba que tenía temor de presentarse en persona.

Los primeros nueve capítulos de 2 Corintios se caracterizan por expresar gratitud y aprecio; los últimos cuatro por una acentuada severidad y autodefensa. Se ha sugerido que los primeros capítulos estaban destinados para la mayoría, quienes habían aceptado el consejo y el reproche de Pablo; y los últimos, a una minoría que persistía en oponerse a los esfuerzos del apóstol para restaurar en la iglesia un espíritu de armonía.

Extensamente y dediversas maneras, Pablo intenta demostrar su autoridad y justificar la forma en que había actuado entre ellos. Para probar su apostolado recurre a sus visiones y revelaciones recibidas del Señor, a sus incomparables sufrimientos por el Señor Jesús y al sello evidente de aprobación divina por el éxito de sus labores.

En las epístolas de Pablo a otras iglesias no tiene paralelo la severidad de sus palabras al dirigirse a la iglesia de Corinto acerca de ciertos falsos apóstoles, y quizá a una minoría de sus miembros que aún estaban bajo la influencia de ellos.

La segunda epístola es diferente a 1 Corintios. La primera es objetiva y práctica; la segunda es mayormente subjetiva y personal. La primera tiene un tono más tranquilo y mesurado; la segunda refleja la ansiedad de Pablo por recibir noticias de Corinto, su alivio y gozo cuando finalmente llegó Tito, y su decisión de tratar con firmeza a los que todavía perturbaban la iglesia. La primera refleja las condiciones en que se hallaba la iglesia corintia; la segunda, la pasión del apóstol por la iglesia. Y aunque el principal propósito de esta epístola no es doctrinal -como en el caso de Gálatas y Romanos-, destaca importantes verdades doctrinales.