Esta pequeña joya de amor cristiano y de tacto es única en el canon de las Escrituras porque se trata de una carta personal que se refiere a un problema doméstico de esos días: la relación entre un amo cristiano y un esclavo fugitivo que se arrepintió.
No presenta ninguna doctrina ni ninguna exhortación específica para la iglesia en general; pero su inclusión en el canon de la Biblia se comprenderá bien estudiando la carta como también su relación con las otras epístolas paulinas.
Es el único fragmento que existe de lo que tuvo que haber sido una abundante correspondencia epistolar entre Pablo y algunos miembros de su grey.
En esta breve epístola se aplican varios principios del cristianismo a la vida diaria.