EL DIOS QUE YO CONOZCO

31.04. SANTIAGO - Tema

Esta epístola enseña un cristianismo práctico, mostrando los resultados o las obras que una fe viviente y genuina produce en la vida de un discípulo.

En toda la carta se destaca el contraste entre las manifestaciones, los efectos y los resultados de la verdadera y de la falsa religión.

Esta epístola homilética está llena de bellas y atrayentes ilustraciones. El estilo es sencillo y directo. Los pensamientos están en grupos claramente diferenciados entre sí, y no dispuestos en un plan evidente. Santiago escribe con libertad lo que brota de la abundancia de su corazón; se ocupa de los temas a medida que surgen en su mente.