EL DIOS QUE YO CONOZCO

27.03. 2 TIMOTEO - Marco histórico

Esta es la última epístola que Pablo escribió desde la prisión, cuando esperaba que moriría pronto (cap. 4: 6). Al comparar esta carta, así como las otras epístolas pastorales, con el relato de los Hechos se llega a la conclusión de que después de un período de actividad misionera posterior a su primer encarcelamiento en Roma, Pablo fue otra vez encarcelado y enviado a Roma (ver 1 Timoteo - Marco Histórico).

Se sabe que después del gran incendio de Roma del 64 d. C., Nerón persiguió a muerte a los cristianos para disipar las acusaciones populares de que él había hecho incendiar la ciudad. Es razonable pensar que Pablo tal vez fue encarcelado unos dos años después como resultado de esta persecución. Pedro también fue detenido en ese tiempo y quizá estuvo en Roma por lo menos durante una parte del tiempo cuando Pablo estaba encarcelado.

Cuando Pablo escribió 2 Timoteo, ya había sido juzgado (cap. 4: 17), pero indudablemente aún no había sido condenado a muerte, aunque pensaba que ese sería el resultado. Estaba solo, pues únicamente lo acompañaba Lucas, "el médico amado" (Colosenses 4: 14; 2 Timoteo 4: 11).

Aunque indudablemente tenía poca esperanza de un veredicto favorable (vers. 6), parece que pensaba que podría pasar por lo menos el invierno siguiente en Roma -al escribirle a Timoteo le pidió que fuera a verlo "antes del invierno" (cap. 4: 21), y que le trajera su capote y sus libros (cap. 4: 13)- quizá porque sabía por experiencia cuán lentamente actuaban los tribunales romanos.

Si esta expectativa suya se cumplió, y murió en e año 67 d. C., la segunda carta a Timoteo podría corresponder entre septiembre noviembre del año 66 d. C.

No se sabe si a Timoteo, en respuesta al urgente pedido de Pablo, le fue posible ir a Roma antes de que muriera el apóstol.

En cuanto a Timoteo poco se sabe de su vida, excepto su relación directa con Pablo. Según Hebreos 13: 23, Timoteo fue puesto "en libertad", pero no se sabe cuándo ni dónde estuvo preso. De acuerdo con la tradición, Timoteo murió martirizado en el tiempo del emperador Domiciano (81- 96 d. C.) o de Trajano (98-117 d. C.).