EL DIOS QUE YO CONOZCO

18.03. 1 CORINTIOS - Marco histórico

La Primera Epístola a los Corintios fue escrita en Efeso (1 Cor. 16: 8). Esta ciudad fue el escenario de la actividad misionera de Pablo durante "tres años"(Hechos 20: 31), y el centro principal de su obra durante su tercer viaje misionero (Hechos 19; 20: 1).

La carta fue escrita cuando él estaba por partir para Grecia y Macedonia, pero esperaba permanecer en Efeso "hasta Pentecostés"(1 Cor. 16: 5-8); sin embargo, las circunstancias apresuraron su partida (Hechos 19: 21 a 20: 3). Las evidencias permiten que situemos la carta en la primeraparte del año 57 d.C.

La iglesia de Corinto fue establecida durante el segundo viaje misionero de Pablo. El apóstol había pasado por lo menos 18 meses en ese lugar. Su obra había sido ardua y exitosa, y se estableció una próspera iglesia (Hechos 18:1-11).

La antigua ciudad de Corinto estaba situada en el istmo que une el Peloponeso con la Grecia continental. Estaba situada en el extremo sur del istmo, en una llanura entre el istmo y una colina conocida como Acrocorinto, en la cima de la cual había una ciudadela y un templo. La ciudad estaba, pues, estratégicamente ubicada.

El tráfico terrestre entre Peloponeso y el Ática pasaba por Corinto. Su estratégica ubicación entre el golfo Sarónico, con Atenas y El Pireo al este, y el golfo de Corinto al oeste del istmo, la convirtieron en un centro mercantil de una gran parte del comercio que fluía desde Asia hacia Europa y viceversa.

Algunos fenicios se establecieron en la ciudad y prosiguieron con su oficio de hacer tintura de púrpura, del murex trunculus de los mares vecinos. También introdujeron otras artes, y establecieron el culto inmoral de las deidades fenicias.

Corinto era una importante ciudad comercial, situada en una encrucijada de rutas marítimas. Floreció en ella el flagelo del libertinaje, hasta el punto que el mismo nombre de la ciudad se convirtió en un sinónimo de sensualidad. El verbo "corintianizar" significaba libertinaje desenfrenado.

Cuando se comprende cómo era la religión de Corinto, es evidente la maravillosa gracia de Dios que venció a las fuerzas del mal y estableció una iglesia de santos regenerados en esa ciudad de tan mala fama. Por su riqueza, lujo, comercio y población cosmopolita, Corinto bien mereció el título que le dio Barnes: "París de la antigüedad".

La deidad principal era Afrodita, la diosa del amor en su forma más inmoral y de la pasión desenfrenada, por lo que no es difícil imaginarse el efecto de esta deificación de la sensualidad. El templo de Apolo estaba construido en la ladera norte de la Acrocorinto. Mil bellas jóvenes actuaban como prostitutas públicas ante el altar de la diosa del amor. Eran sostenidas mayormente por extranjeros, y la ciudad, como producto de su inmoralidad, obtenía un ingreso seguro.

La tarea a la que hizo frente el mensajero del Evangelio en la antigua ciudad de Corinto, se presenta muy bien en estas palabras: "Si el Evangelio pudo triunfar en Corinto, puede vencer cualesquiera que sean las circunstancias" (W.D. Chamberlain).

Tres años después de la fundación de la iglesia y durante la ausencia de Pablo, surgieron numerosos problemas que demandaban la atención del apóstol; esto lo sabemos por la misma epístola.

En primer lugar, algunas facciones habían debilitado la iglesia. Debido a la elocuencia y conocimiento de Apolos, muchos de la iglesia lo habían ensalzado por encima de Pablo (1 Cor.1: 12; 3: 4; cf. Hechos 18: 24 a 19: 1). Otros se jactaban de que no eran seguidores ni de Pablo ni de Apolos, sino de Pedro, uno de los apóstoles originales (1 Cor. 1: 12). Otros afirmaban no estar unidos a ningún dirigente humano, y profesaban ser seguidores de Cristo (cap. 1: 12).

Además, como los miembros de esa iglesia vivían en medio de la disoluta población de Corinto, muchos que habían renunciado a sus caminos de impiedad recayeron en sus antiguos hábitos de vida (cap. 5).

La iglesia también se había desacreditado debido a que los cristianos llevaban sus pleitos a los tribunales seculares. La Cena del Señor se había convertido en una ocasión de comilonas (cap. 11: 17-34) .

Asimismo habían surgido preguntas en cuanto al matrimonio y problemas sociales relacionados con él (cap. 7), en cuanto al consumo de alimentos sacrificados a los ídolos (cap. 8) y acerca de la debida conducta de las mujeres en el culto público (cap. 11: 2-16).

También se entendía mal la función adecuada de los dones espirituales (cap. 12-14). Algunos eran escépticos en cuanto a la realidad y la forma de la resurrección (cap. 15).

Pablo recibió de Apolos informaciones en cuanto al estado de la iglesia deCorinto, y cuando surgieron divisiones en la iglesia, Apolos se retiró. Cuando éste estuvo con Pablo en Efeso, el apóstol lo instó a que regresara a Corinto; pero no tuvo éxito.

Otros que informaron a Pablo fueron "los de Cloé" (cap. 1: 11) y también algunos que probablemente formaron una delegación: Estéfanas, Fortunato y Acaico (cap. 16:17).

La situación era tal que causó serios temores a Pablo. Él ya había escrito una carta a la iglesia, y hay la posibilidad de que hubiera visitado brevemente a Corinto durante su permanencia en Efeso. También había enviado a Timoteo (1 Cor. 4: 17; cf. cap. 16: 10) y a Tito a Corinto. Además, redactó la carta que ahora conocemos como 1 Corintios, en la que trataba los diversos problemas que habían surgido.