Este manuscrito de los Evangelios, hallado en un monasterio copto de Egipto, quedó en posesión del Museo Británico en 1842.
Se escribió en el siglo V y recibió su nombre debido a su editor moderno, W. Cureton.
La traducción de los cuatro Evangelios, de los cuales es copia, se hizo alrededor del año 200 d. C.