EL DIOS QUE YO CONOZCO

8.02c. LA SIRIACA SINAITICA.

Este manuscrito de los Evangelios fue descubierto por las señoras A. S. Lewls y A. D. Gibson en el monasterio de Santa Catalina, en el monte Sinaí, en 1892.

Es un palimpsesto que proporciona una traducción quizá más antigua que la que presenta la Siríaca Curetoniana. No se conserva ningún manuscrito de la antigua versión siríaca de Hechos o de las espístolas de Pablo.

Se conoce esta versión sólo por los Evangelios, las citas de los padres orientales, y en el caso de Hechos, por el comentario de Efraín, que se conserva sólo en armenio.