Todas las otras epístolas que llevan el nombre del apóstol son generalmente aceptadas por los críticos como de origen paulino (con la posible excepción de Efesios); sin embargo, no sucede así con las llamadas epístolas pastorales: 1 y 2 a Timoteo y Tito. Los principales argumentos que se presentan en contra de la idea de que Pablo sea el autor de estas tres epístolas, son los siguientes:
a. Cuando se comparan las alusiones históricas que hay en las epístolas pastorales (1 Timoteo 1: 3; 2 Timoteo 4: 20; Tito 3: 12, etc.) con la historia de la vida de Pablo como se relata en los Hechos, es claro que no concuerdan con el esquema de su carrera que allí se presenta.
b. Las epístolas pastorales revelan una organización eclesiástica más desarrollada que en cualquier otra parte del NT. Por ejemplo, se dan las características específicas que deben tener los ancianos y los obispos (1 Timoteo 3: 1-7; Tito 1: 5-9) y los diáconos (1 Timoteo 3: 8-13), y las regulaciones que se establecen para la conducta de hombres y mujeres en la iglesia (1 Timoteo 2: 8-15), y las estipulaciones que se dan para el cuidado de las viudas y su conducta (1 Timoteo 5: 3-16).
Los críticos aseguran que todo esto equivale a un desarrollo en la organización eclesiástica tan superior a lo que se encuentra en todo el NT, que la escritura de las epístolas pastorales tiene necesariamente que situarse a mediados del siglo II d. C.
Esta teoría también ha cobrado fuerza debido a la amonestación contra la αντιθεσεις της ψευδωνυμου γνωσεως [antitheseis tês pseudônumou gnôseôs] o "contradicciones de la falsamente llamada ciencia [conocimiento]" (1 Timoteo 6: 20). Un maestro herético llamado Marción escribió a mediados del siglo II un libro que tituló Las antítesis. Muchas de las opiniones de Marción eran similares a las de los gnósticos, quienes destacaban la importancia del gnôsis o conocimiento; por lo tanto algunos eruditos han visto en el versículo citado una advertencia contra Marción, y por eso afirman que 1 Timoteo se escribió en esa época. Han sugerido que se le añadió el nombre de Pablo para darle prestigio en la lucha contra Marción y el gnosticismo.
c. Hay otro argumento para negar la paternidad de las epístolas pastorales: que su vocabulario es bastante diferente al de las otras epístolas de Pablo, que contienen un número mayor de palabras que no se encuentran en las otras epístolas del apóstol.
Estos argumentos han inducido a muchos eruditos a negar que Pablo escribió las epístolas pastorales. Pero nosotros apoyamos a los que creen que hay una fuerte evidencia, plenamente satisfactoria, de que sí son auténticamente paulinas.
Si las referencias históricas de las epístolas pastorales no encajan dentro del tiempo abarcado por el libro de los Hechos, quiere decir que fueron escritas en un período de la vida de Pablo posterior a su primer encarcelamiento en Roma (Hechos 28). Por las epístolas pastorales se deduce que Pablo fue libertado, que luego viajó extensamente por Creta, Asia Menor y Grecia, y después fue arrestado y encarcelado por segunda vez en Roma. Y el hecho de que se mencionen personas cuyos nombres no aparecen en las cartas paulinas (Crescente, 2 Timoteo 4: 10; Carpo, cap. 4: 13; Onesíforo, cap. 1: 16; 4: 19; Eubulo, Pudente, Lino, Claudia, cap. 4: 21; Artemas y Zenas, Tito 3: 12-13), es una evidencia más de que estas epístolas fueron escritas por Pablo en un período posterior de su vida, y que no son un fraude.
Es muy difícil explicar cómo un falsario podría haber introducido en la vida del apóstol acontecimientos y personas que no concordaban con lo que se conocía bien por otras fuentes de la vida de Pablo. Un falsario inteligente evidentemente habría hecho que sus escritos concordaran con las auténticas epístolas de Pablo. Por lo tanto, estos aspectos históricos de las epístolas pastorales pueden considerarse más bien como evidencias de su autenticidad.
En cuanto al argumento sobre la organización eclesiástica que se presenta en las epístolas pastorales, puede decirse que aunque en ellas se tratan problemas de la administración de la iglesia con mayores detalles que en otras partes del NT, sin embargo no hay nada que no esté en armonía con las evidencias acerca de la organización de la iglesia en los días de Pablo. Así como se destacan en los otros escritos de Pablo algunos aspectos de la vida cristiana, de la misma manera en las epístolas pastorales se examina en detalle la forma de gobierno de la iglesia primitiva.
"Los argumentos de la falsamente llamada ciencia" (1 Timoteo 6: 20) no tiene necesariamente que referirse a la obra de Marción. Gnôsis o "conocimiento" es una palabra conocida en el vocabulario de Pablo, y puede entenderse bien sin necesidad de referirse a ninguna obra herética; aunque gnôsis como término técnico quizá ya circulaba entre los gnósticos de la época de Pablo. Las antítesis tampoco tiene necesariamente que referirse al libro de Marción, pues entra fácilmente en el contexto con su significado común de "oposición", "argumentos contrarios". Por estas razones puede entenderse que Pablo advirtió a Timoteo contra los "argumentos del falsamente llamado conocimiento" encontraste con el Evangelio.
El vocabulario diferente en las epístolas pastorales quizá se explique mejor si se considera que Pablo las escribió en la etapa final de su vida, después de haber viajado más y tener más experiencia.