EL DIOS QUE YO CONOZCO

26.02. 1 TIMOTEO - Autor

Todas las otras epístolas que llevan el nombre del apóstol son generalmente aceptadas por los críticos como de origen paulino (con la posible excepción de Efesios); sin embargo, no sucede así con las llamadas epístolas pastorales: 1 y 2 a Timoteo y Tito. Los principales argumentos que se presentan en contra de la idea de que Pablo sea el autor de estas tres epístolas, son los siguientes:

a. Cuando se comparan las alusiones históricas que hay en las epístolas pastorales (1 Timoteo 1: 3; 2 Timoteo 4: 20; Tito 3: 12, etc.) con la historia de la vida de Pablo como se relata en los Hechos, es claro que no concuerdan con el esquema de su carrera que allí se presenta.

b. Las epístolas pastorales revelan una organización eclesiástica más desarrollada que en cualquier otra parte del NT. Por ejemplo, se dan las características específicas que deben tener los ancianos y los obispos (1 Timoteo 3: 1-7; Tito 1: 5-9) y los diáconos (1 Timoteo 3: 8-13), y las regulaciones que se establecen para la conducta de hombres y mujeres en la iglesia (1 Timoteo 2: 8-15), y las estipulaciones que se dan para el cuidado de las viudas y su conducta (1 Timoteo 5: 3-16).

Los críticos aseguran que todo esto equivale a un desarrollo en la organización eclesiástica tan superior a lo que se encuentra en todo el NT, que la escritura de las epístolas pastorales tiene necesariamente que situarse a mediados del siglo II d. C.

Esta teoría también ha cobrado fuerza debido a la amonestación contra la αντιθεσεις της ψευδωνυμου γνωσεως [antitheseis tês pseudônumou gnôseôs] o "contradicciones de la falsamente llamada ciencia [conocimiento]" (1 Timoteo 6: 20). Un maestro herético llamado Marción escribió a mediados del siglo II un libro que tituló Las antítesis. Muchas de las opiniones de Marción eran similares a las de los gnósticos, quienes destacaban la importancia del gnôsis o conocimiento; por lo tanto algunos eruditos han visto en el versículo citado una advertencia contra Marción, y por eso afirman que 1 Timoteo se escribió en esa época. Han sugerido que se le añadió el nombre de Pablo para darle prestigio en la lucha contra Marción y el gnosticismo.

c. Hay otro argumento para negar la paternidad de las epístolas pastorales: que su vocabulario es bastante diferente al de las otras epístolas de Pablo, que contienen un número mayor de palabras que no se encuentran en las otras epístolas del apóstol.

Estos argumentos han inducido a muchos eruditos a negar que Pablo escribió las epístolas pastorales. Pero nosotros apoyamos a los que creen que hay una fuerte evidencia, plenamente satisfactoria, de que sí son auténticamente paulinas.

Si las referencias históricas de las epístolas pastorales no encajan dentro del tiempo abarcado por el libro de los Hechos, quiere decir que fueron escritas en un período de la vida de Pablo posterior a su primer encarcelamiento en Roma (Hechos 28). Por las epístolas pastorales se deduce que Pablo fue libertado, que luego viajó extensamente por Creta, Asia Menor y Grecia, y después fue arrestado y encarcelado por segunda vez en Roma. Y el hecho de que se mencionen personas cuyos nombres no aparecen en las cartas paulinas (Crescente, 2 Timoteo 4: 10; Carpo, cap. 4: 13; Onesíforo, cap. 1: 16; 4: 19; Eubulo, Pudente, Lino, Claudia, cap. 4: 21; Artemas y Zenas, Tito 3: 12-13), es una evidencia más de que estas epístolas fueron escritas por Pablo en un período posterior de su vida, y que no son un fraude.

Es muy difícil explicar cómo un falsario podría haber introducido en la vida del apóstol acontecimientos y personas que no concordaban con lo que se conocía bien por otras fuentes de la vida de Pablo. Un falsario inteligente evidentemente habría hecho que sus escritos concordaran con las auténticas epístolas de Pablo. Por lo tanto, estos aspectos históricos de las epístolas pastorales pueden considerarse más bien como evidencias de su autenticidad.

En cuanto al argumento sobre la organización eclesiástica que se presenta en las epístolas pastorales, puede decirse que aunque en ellas se tratan problemas de la administración de la iglesia con mayores detalles que en otras partes del NT, sin embargo no hay nada que no esté en armonía con las evidencias acerca de la organización de la iglesia en los días de Pablo. Así como se destacan en los otros escritos de Pablo algunos aspectos de la vida cristiana, de la misma manera en las epístolas pastorales se examina en detalle la forma de gobierno de la iglesia primitiva.

"Los argumentos de la falsamente llamada ciencia" (1 Timoteo 6: 20) no tiene necesariamente que referirse a la obra de Marción. Gnôsis o "conocimiento" es una palabra conocida en el vocabulario de Pablo, y puede entenderse bien sin necesidad de referirse a ninguna obra herética; aunque gnôsis como término técnico quizá ya circulaba entre los gnósticos de la época de Pablo. Las antítesis tampoco tiene necesariamente que referirse al libro de Marción, pues entra fácilmente en el contexto con su significado común de "oposición", "argumentos contrarios". Por estas razones puede entenderse que Pablo advirtió a Timoteo contra los "argumentos del falsamente llamado conocimiento" encontraste con el Evangelio.

El vocabulario diferente en las epístolas pastorales quizá se explique mejor si se considera que Pablo las escribió en la etapa final de su vida, después de haber viajado más y tener más experiencia.

26.01. 1 TIMOTEO - Título

En los manuscritos griegos más antiguos el título de esta epístola es sencillamente ΠΡΟΣ ΤΙΜΟΘΕΟΝ Α΄ [PROS TIMOTHEON A] ("A Timoteo I").

Una evolución posterior amplió el título hasta la forma que tiene en la RVR y en otras versiones protestantes.

25.05. 2 TESALONICENSES - Bosquejo

I. Consuelo a los creyentes perseguidos, 1: 1-12.

A. Saludos, 1: 1-2.

B. Agradecimiento a Dios por el crecimiento espiritual de ellos,1: 3-4.
1. Acentuado progreso en fe y amor fraternal, 1: 3.
2. Paciente sufrimiento en la persecución, 1: 4.

C. Perspectiva de juicio y salvación, 1: 5-10.
1. Los creyentes perseguidos son tenidos por dignos, 1: 5.
2. Los perseguidores recibirán su merecida tribulación, 1: 6.
3. Los justos son liberados de su aflicción en el advenimiento del Señor, 1: 7.
4. Los que rechazan la misericordia de Dios son separados eternamente de él, 1: 8-9.
5. Glorificación de Cristo en sus santos, 1: 10.

D. Oración por los afligidos, 1: 11-12.


II. Enseñanza y exhortación acerca de la consumación anticristiana del mal, 2: 1-17.

A. Advertencias a no ser inducidos al fanatismo en cuanto al tiempo de la venida de Cristo, 2: 1-12.
1. No ser engañados de ninguna manera, 2: 1-2.
2. La apostasía y el reinado del hombre de pecado deben venir primero, 2: 3-4.
3. Alusión a una enseñanza oral previa, 2: 5.
4. Obra misteriosa del adversario, 2: 6-7.
5. La revelación, el destino y la obra del inicuo, 2: 8- 10.
6. El engaño y la condenación de los que aceptan al inicuo, 2: 11-12.

B. Agradecimiento, admonición y oración, 2: 13-17.
1. Gracias a Dios por su elección salvadora de los tesalonicenses, 2: 13-14.
2. Admonición a permanecer firmes y retener la doctrina, 2: 15.
3. Oración en busca de consuelo y firmeza, 2: 16-17.


III. Ruegos finales, admoniciones y órdenes, 3: 1-15.

A. Pedido de oración en favor de los apóstoles, 3: 1-2.

B. Confianza de Pablo y petición a favor de los tesalonicenses, 3: 3-5.

C. Ordenes y exhortaciones acerca de los que andan desordenadamente, 3: 6-15.
1. Orden de apartarse de los perturbadores, 3: 6.
2. El ejemplo personal de los apóstoles, 3: 7-9.
3. Orden previa acerca de los haraganes, 3: 10.
4. Nuevas órdenes, 3: 11-13.
5. Consejo acerca de los obstinados, 3: 14-15.


IV. Oraciones y saludos finales, 3: 16-18.

A. Oración por la paz, 3: 16.

B. Salutación personal, 3: 17.

C. Bendición, 3: 18.

25.04. 2 TESALONICENSES - Tema

Teniendo en cuenta los problemas de Tesalónica que motivaron la escritura de esta carta, uno de sus primeros propósitos era asegurar a los humildes cristianos de esa iglesia que habían sido aceptados por el Señor.

El apóstol insiste en que él debe agradecer a Dios por las victorias conquistadas. Destaca el progreso de ellos en las virtudes cristianas de la fe (2 Tes. 1: 3), del amor fraternal (2 Tes. 1: 3; cf. 1 Tes. 4: 9-10) y de su firmeza en medio de las persecuciones (2 Tes. 1: 4).

La segunda carta no añade nada en cuanto a la forma de la venida de Cristo y la resurrección de los justos, por lo tanto la primera carta tuvo que haber instruido a la iglesia en cuanto a esos temas; sin embargo, junto con esa enseñanza el apóstol había destacado la necesidad de estar preparados para el gran día del regreso del Señor y de vivir diariamente teniendo siempre en cuenta la segunda venida de Cristo (1 Tes. 5: 1-11; cf. Tito 2: 11-13).

Este énfasis en el segundo advenimiento parece que fue entendido por muchos como una indicación de que Pablo esperaba que el retorno del Señor fuera casi inmediato (ver 2 Tes. 2: 2). Por eso se apresuró a explicar que no había querido decir tal cosa, y recordó a sus lectores que primero debía venir la apostasía como personalmente les había enseñado- seguida por la aparición del anticristo (vers. 2-3, 5).

Pablo exhorta directamente a los indóciles haraganes, que sin duda decían que era innecesario trabajar debido al inminente advenimiento. Ya los había amonestado en su primera epístola (1 Tes. 4: 11; 5: 14), y ahora les da órdenes y los amonesta en el Señor (2 Tes. 3: 12). Insta a la iglesia a tomar medidas disciplinarias contra ellos con el propósito de reformarlos (vers. 14-15).

El tema de la segunda epístola, como el de la primera, es la piedad práctica (cap. 1: 11- 12).

Los débiles deben ser consolados y confirmados (cap. 2: 17); debe hacerse callar a los perturbadores (cap. 3: 12).

La iglesia debe conocer la obra engañosa del gran adversario para causar la apostasía y el reinado del anticristo, y también la destrucción final de todo el poder de Satanás (cap. 2: 3-12).

Pablo, teniendo delante de sí la gloriosa esperanza del triunfo de la causa de Dios, insta a la iglesia de Tesalónica a vivir de modo que pueda ser tenida por digna del llamamiento del Señor (cap. 1: 11-12).