EL DIOS QUE YO CONOZCO

9.00. Historia del canon del Nuevo Testamento

Aunque las raíces de la formación del canon se remontan a la era apostólica, durante varios siglos no fue posible lograr un reconocimiento uniforme de todos los libros del Nuevo Testamento en toda la cristiandad.

El canon del Nuevo Testamento no comenzó a existir por un decreto papal ni tampoco por la decisión de un concilio ecuménico de la iglesia.

Tampoco fue el resultado de un "milagro", según se afirma en el siguiente relato legendario:

Se dice que los delegados al Concilio de Nicea, deseosos de saber cuáles eran los libros canónicos y cuáles no, colocaron debajo de la mesa de la comunión todos los libros para los cuales se pedía un lugar en el canon.

Entonces oraron para que el Señor les mostrara cuáles eran los libros canónicos colocándolos milagrosamente encima del montón.

Según el relato, ese milagro sucedió durante la oración, y así se estableció el canon del Nuevo Testamento.

Este relato, de origen dudoso, no tiene la más mínima posibilidad de ser cierto.