EL DIOS QUE YO CONOZCO

28.02. TITO - Autor

Como sucede con las otras epístolas pastorales, los eruditos modernos con frecuencia ponen en duda que Pablo fuera su autor (cap. 1: 1), objeción que nosotros no compartimos.

En cuanto a los problemas implicados ver 1 Timoteo - Autor.

La carta a Tito parece que fue escrita un poco después de 1 Timoteo, aunque su material es muy similar al de la primera carta a Timoteo. Hace referencia a la obra de Pablo en la isla de Creta, lo que podría haber acontecido también durante este último viaje misionero (Tito 1: 5). Sin embargo, cuando la carta fue escrita Pablo ya había dejado la isla, y quizá había ido a Grecia dejando a Tito a cargo de la obra en Creta.

Al referir a Tito su plan de pasar el invierno siguiente en Nicópolis, en la costa occidental de Grecia, pidió a su joven colaborador que se encontrara allí con él (cap. 3: 12).

Si se calcula un año para el viaje de Pablo en Asia Menor y Macedonia y algún tiempo para su obra en Creta y Grecia, la fecha de su carta a Tito podría ser alrededor del 65 d. C.

28.01. TITO - Título

En los manuscritos griegos más antiguos que se conocen, el título de esta epístola es sencillamente ΠΡΟΣ ΤΙΤΟΝ [PROS TITON] ("A Tito").

Como el texto autógrafo era una carta personal de Pablo, sin duda no tenía título.

27.05. 2 TIMOTEO - Bosquejo

I. Introducción, 1: 1-5.

A. Saludo, 1: 1-2.
B. Gratos recuerdos de Pablo en cuanto a la amistad de Timoteo, 1: 3-5.


II. Timoteo es exhortado a ser un fiel sucesor de Pablo, 1: 6-18.

A. Empleo pleno de las facultades recibidas por la imposición de las manos, 1: 6-7.

B. No debía avergonzarse del Evangelio, 1: 8-18.
1. Lealtad a la vocación del Evangelio, 1: 8-14.
2. Lección deducida de los que abandonaron al apóstol, 1: 15.
3. Animo derivado de la valentía de otros, 1: 16-18.


III. Pablo describe al ministro ideal, 2: 1-6.

A. El ministro es un fiel maestro, 2: 1-2.
B. El ministro es un buen soldado, 2: 3-4.
C. El ministro es un atleta victorioso, 2: 5.
D. El ministro es un diligente labrador, 2: 6.


IV. Contenido y método en la comunicación de la verdad, 2: 7-26.

A. El mensaje, 2: 7-13.
B. No se debe perder tiempo en especulaciones, 2: 14-18.
C. Se debe depender solamente del apoyo y la aprobación de Dios, 2: 19.
D. Reflejo de la nobleza y pureza de los principios cristianos, 2: 20-22.
E. Enseñanza de la verdad con amor y mansedumbre, 2: 23-26.


V. Una advertencia sobre los tiempos peligrosos futuros, 3: 1-17.
A. Rasgos distintivos de los inconversos, 3: 1-5.
B. El peligro de maestros pervertidos, 3: 6-9.
C. El ejemplo de Pablo como ministro, 3: 10-12.
D. Las Escrituras, una norma de doctrina, 3: 13-17.


VI. Admonición final de Pablo, 4: 1-22.

A. El ministro como heraldo de Dios, 4: 1-6.
B. Recompensa de los fieles heraldos, 4: 7-8.
C. Pedidos y saludos finales de Pablo, 4: 9-22.

27.04. 2 TIMOTEO - Tema

Esta epístola ha sido llamada "el testamento del gran apóstol de los gentiles".

Pablo escribió personalmente esta carta a Timoteo, su hijo espiritual, y en términos generales a la iglesia. Como sabía que su fin estaba cerca, sintió la necesidad de fortalecer la fe de su joven colaborador mediante su propio ejemplo.

Advirtió a Timoteo y a todos los otros creyentes cristianos contra las herejías que entrarían en la iglesia después de su muerte, para que todos se aferraran con firmeza de la Palabra inspirada y permanecieran fieles hasta su segundo advenimiento.

27.03. 2 TIMOTEO - Marco histórico

Esta es la última epístola que Pablo escribió desde la prisión, cuando esperaba que moriría pronto (cap. 4: 6). Al comparar esta carta, así como las otras epístolas pastorales, con el relato de los Hechos se llega a la conclusión de que después de un período de actividad misionera posterior a su primer encarcelamiento en Roma, Pablo fue otra vez encarcelado y enviado a Roma (ver 1 Timoteo - Marco Histórico).

Se sabe que después del gran incendio de Roma del 64 d. C., Nerón persiguió a muerte a los cristianos para disipar las acusaciones populares de que él había hecho incendiar la ciudad. Es razonable pensar que Pablo tal vez fue encarcelado unos dos años después como resultado de esta persecución. Pedro también fue detenido en ese tiempo y quizá estuvo en Roma por lo menos durante una parte del tiempo cuando Pablo estaba encarcelado.

Cuando Pablo escribió 2 Timoteo, ya había sido juzgado (cap. 4: 17), pero indudablemente aún no había sido condenado a muerte, aunque pensaba que ese sería el resultado. Estaba solo, pues únicamente lo acompañaba Lucas, "el médico amado" (Colosenses 4: 14; 2 Timoteo 4: 11).

Aunque indudablemente tenía poca esperanza de un veredicto favorable (vers. 6), parece que pensaba que podría pasar por lo menos el invierno siguiente en Roma -al escribirle a Timoteo le pidió que fuera a verlo "antes del invierno" (cap. 4: 21), y que le trajera su capote y sus libros (cap. 4: 13)- quizá porque sabía por experiencia cuán lentamente actuaban los tribunales romanos.

Si esta expectativa suya se cumplió, y murió en e año 67 d. C., la segunda carta a Timoteo podría corresponder entre septiembre noviembre del año 66 d. C.

No se sabe si a Timoteo, en respuesta al urgente pedido de Pablo, le fue posible ir a Roma antes de que muriera el apóstol.

En cuanto a Timoteo poco se sabe de su vida, excepto su relación directa con Pablo. Según Hebreos 13: 23, Timoteo fue puesto "en libertad", pero no se sabe cuándo ni dónde estuvo preso. De acuerdo con la tradición, Timoteo murió martirizado en el tiempo del emperador Domiciano (81- 96 d. C.) o de Trajano (98-117 d. C.).

27.02. 2 TIMOTEO - Autor

Como lo indican las primeras líneas de 2 Timoteo, esta epístola fue escrita por el apóstol Pablo, que entonces estaba encarcelado en Roma por segunda vez.

En cuanto a los problemas referentes a la paternidad literaria de la epístola, ver 1 Timoteo - Autor.

27.01. 2 TIMOTEO - Título

En los manuscritos griegos más antiguos, el título de este libro sencillamente es ΠΡΟΣ ΤΙΜΟΘΕΟΝ Β΄ [PROS TIMOTHEON B] ("A Timoteo II").

Una evolución posterior ha dado al título la forma que tiene ahora en la Reina-Valera.

26.05. 1 TIMOTEO - Bosquejo

I. Saludo, 1: 1-2.

II. El encargo de reprochar a los maestros de doctrinas pervertidas, 1: 3-20.

A. El uso pervertido de la ley produce contiendas, 1: 3-4.
B. El debido uso de la ley desarrolla el carácter, 1: 5-11.
C. La vida de Pablo confirma el poder del correcto uso de la ley, 1: 12-17.
D. Timoteo es exhortado a mantener la fe y la buena conciencia, 1: 18-20.


III. Universalidad del culto cristiano, 2: 1-15.

A. Oraciones por todos los hombres, 2: 1-3.
B. Salvación para todos los hombres, 2: 4-7.
C. Forma de culto para todos los hombres, 2: 8-15.


IV. Requisitos previos para dirigentes cristianos, 3: 1-13.

A. Carácter de los obispos, 3: 1-7.
B. Carácter de los diáconos, 3: 8-13.

V. El mensaje cristiano, 3: 14 a 4: 5.

A. El mensaje esencial del cristianismo, 3: 14-16.
B. El mensaje falsificado dentro del cristianismo, 4: 1-5.

VI. Indicaciones prácticas para un ministerio más ferviente, 4: 6-16.

A. Estudia la buena doctrina, 4: 6.
B. Evita las especulaciones, 4: 7.
C. Sé ejemplo de piedad, 4: 8-16.

VII. El ministro como administrador de la iglesia, 5: 1 a 6: 19.

A. Su relación con los miembros de más edad y con los jóvenes, 5: 1-2.
B. Su relación con las viudas, 5: 3-16.
C. Su relación con los ancianos elegidos, 5: 17-25.
D. Su instrucción concerniente a los esclavos cristianos, 6: 1-2.
E. Su relación con los maestros de doctrinas falsas, 6: 3-5.
F. Su relación con las riquezas terrenales, 6: 6-10.
G. Su responsabilidad como un modelo de carácter para todos, 6: 11-16.
H. Su relación con los ricos cristianos, 6: 17-19.

VIII. Encargo final de Pablo a Timoteo, 6: 20-21.

26.04. 1 TIMOTEO - Tema

La epístola fue escrita a Timoteo mientras era pastor de la iglesia de Efeso, y está compuesta principalmente por enseñanzas dirigidas a él como dirigente de la iglesia. Por eso se la clasifica como una epístola pastoral.

Pablo amonesta a Timoteo a que se conduzca de una manera agradable delante de Dios y útil para la grey sobre la cual Dios lo ha colocado, y le da la solemne comisión de predicar la Palabra y de defender sus enseñanzas.

Esta epístola refleja un plan bastante completo de organización y administración de la iglesia.

El énfasis sobre la doctrina en ésta y en las otras epístolas pastorales (1 Timoteo 4: 6, 13, 16; 2 Timoteo 3: 14-17; 4: 1-4; Tito 1: 9; 2: 1, 7) es evidente porque de las 21 veces que aparece en el NT la palabra griega διδασκαλια [didaskalía], "doctrina", 15 se hallan en 1 y 2 Timoteo y en Tito.¹

Aunque Pablo parece haber tenido más afinidad con Timoteo que con sus otros colaboradores (ver Filipenses 2: 19-20), por esta epístola se puede deducir que Timoteo era de temperamento suave y no tan dinámico como lo hubiera preferido Pablo. Por eso el apóstol anima a su compañero más joven en el ministerio a ejercer un liderazgo más enérgico.

La estrecha relación entre Pablo y Timoteo explica la forma directa y franca en que el apóstol expresa sus deseos, admoniciones y propósitos al pastor de Efeso, y sin duda explica la consiguiente falta de un orden sistemático. La epístola indudablemente fue escrita punto tras punto, a medida que los sucesivos aspectos de la actividad ministerial acudían a la mente del apóstol.
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¹ διδασκαλια [didaskalía] en el Nuevo Testamento:
Mateo 15: 9
Marcos 7: 7
Romanos 12: 7; 15: 4
Efésios 4: 14
Colosenses 2: 22
1 Timoteo 1: 10; 4: 1, 6, 13, 16; 5: 17; 6: 1, 3.
2 Timoteo 3: 10, 16; 4: 3.
Tito 1: 9; 2: 1, 7, 10.

26.03. 1 TIMOTEO - Marco histórico

Sólo puede deducirse el marco histórico de los detalles que se dan en la epístola. Es evidente que Pablo estaba encarcelado en Roma por segunda vez cuando escribió esta epístola.

En la sección anterior se discuten otros elementos relacionados con el marco histórico.

Las cartas a Timoteo y a Tito son llamadas "epístolas pastorales", porque se refieren en gran medida a los deberes de los que están a cargo de las iglesias y de los problemas de la administración de la iglesia. En este sentido pueden ser llamadas "los manuales de iglesia" más antiguos. Se las dirige a dos de los más jóvenes colaboradores de Pablo. Parece claro que se escribieron en el tiempo del ministerio del apóstol que siguió a su primer encarcelamiento en Roma. Puesto que esta parte de la vida de Pablo no está incluida en los Hechos, poco se sabe de sus vicisitudes y viajes durante ese tiempo.

Se desconoce la extensión del período de los últimos viajes de Pablo; sin embargo, es bastante seguro que su vida terminó en Roma, en tiempo de Nerón. Este murió en el 68 d. C., por lo cual la muerte de Pablo no pudo ser posterior a esa fecha, y podría haber ocurrido en el año anterior. Por eso, su último encarcelamiento, que probablemente continuó a través de un invierno (2 Tim. 4:21), podría ser ubicado en el 66-67 d. C. Si Pablo primero llegó a Roma en el 61 d. C., sus dos años de encarcelamiento habrían terminado en el 63 d. C. Esto deja unos tres años para sus últimos viajes: 63-66 d. C.

Como Pablo había indicado en sus epístolas de la prisión que anhelaba visitar las iglesias de Asia y Macedonia tan pronto como le fuera posible (Filipenses 2: 24; Filemón 22), puede concluirse que viajó a esos lugares poco después de haber quedado libre. Visitó a Efeso, la ciudad principal de la provincia de Asia, antes de seguir a Macedonia (1 Tim. 1: 3), donde se encontraba su amada iglesia de Filipos. La primera carta a Timoteo fue escrita después de esas visitas, y por eso su fecha podría fijarse aproximadamente un año después de su liberación, quizá en el año 64 d. C.


26.02. 1 TIMOTEO - Autor

Todas las otras epístolas que llevan el nombre del apóstol son generalmente aceptadas por los críticos como de origen paulino (con la posible excepción de Efesios); sin embargo, no sucede así con las llamadas epístolas pastorales: 1 y 2 a Timoteo y Tito. Los principales argumentos que se presentan en contra de la idea de que Pablo sea el autor de estas tres epístolas, son los siguientes:

a. Cuando se comparan las alusiones históricas que hay en las epístolas pastorales (1 Timoteo 1: 3; 2 Timoteo 4: 20; Tito 3: 12, etc.) con la historia de la vida de Pablo como se relata en los Hechos, es claro que no concuerdan con el esquema de su carrera que allí se presenta.

b. Las epístolas pastorales revelan una organización eclesiástica más desarrollada que en cualquier otra parte del NT. Por ejemplo, se dan las características específicas que deben tener los ancianos y los obispos (1 Timoteo 3: 1-7; Tito 1: 5-9) y los diáconos (1 Timoteo 3: 8-13), y las regulaciones que se establecen para la conducta de hombres y mujeres en la iglesia (1 Timoteo 2: 8-15), y las estipulaciones que se dan para el cuidado de las viudas y su conducta (1 Timoteo 5: 3-16).

Los críticos aseguran que todo esto equivale a un desarrollo en la organización eclesiástica tan superior a lo que se encuentra en todo el NT, que la escritura de las epístolas pastorales tiene necesariamente que situarse a mediados del siglo II d. C.

Esta teoría también ha cobrado fuerza debido a la amonestación contra la αντιθεσεις της ψευδωνυμου γνωσεως [antitheseis tês pseudônumou gnôseôs] o "contradicciones de la falsamente llamada ciencia [conocimiento]" (1 Timoteo 6: 20). Un maestro herético llamado Marción escribió a mediados del siglo II un libro que tituló Las antítesis. Muchas de las opiniones de Marción eran similares a las de los gnósticos, quienes destacaban la importancia del gnôsis o conocimiento; por lo tanto algunos eruditos han visto en el versículo citado una advertencia contra Marción, y por eso afirman que 1 Timoteo se escribió en esa época. Han sugerido que se le añadió el nombre de Pablo para darle prestigio en la lucha contra Marción y el gnosticismo.

c. Hay otro argumento para negar la paternidad de las epístolas pastorales: que su vocabulario es bastante diferente al de las otras epístolas de Pablo, que contienen un número mayor de palabras que no se encuentran en las otras epístolas del apóstol.

Estos argumentos han inducido a muchos eruditos a negar que Pablo escribió las epístolas pastorales. Pero nosotros apoyamos a los que creen que hay una fuerte evidencia, plenamente satisfactoria, de que sí son auténticamente paulinas.

Si las referencias históricas de las epístolas pastorales no encajan dentro del tiempo abarcado por el libro de los Hechos, quiere decir que fueron escritas en un período de la vida de Pablo posterior a su primer encarcelamiento en Roma (Hechos 28). Por las epístolas pastorales se deduce que Pablo fue libertado, que luego viajó extensamente por Creta, Asia Menor y Grecia, y después fue arrestado y encarcelado por segunda vez en Roma. Y el hecho de que se mencionen personas cuyos nombres no aparecen en las cartas paulinas (Crescente, 2 Timoteo 4: 10; Carpo, cap. 4: 13; Onesíforo, cap. 1: 16; 4: 19; Eubulo, Pudente, Lino, Claudia, cap. 4: 21; Artemas y Zenas, Tito 3: 12-13), es una evidencia más de que estas epístolas fueron escritas por Pablo en un período posterior de su vida, y que no son un fraude.

Es muy difícil explicar cómo un falsario podría haber introducido en la vida del apóstol acontecimientos y personas que no concordaban con lo que se conocía bien por otras fuentes de la vida de Pablo. Un falsario inteligente evidentemente habría hecho que sus escritos concordaran con las auténticas epístolas de Pablo. Por lo tanto, estos aspectos históricos de las epístolas pastorales pueden considerarse más bien como evidencias de su autenticidad.

En cuanto al argumento sobre la organización eclesiástica que se presenta en las epístolas pastorales, puede decirse que aunque en ellas se tratan problemas de la administración de la iglesia con mayores detalles que en otras partes del NT, sin embargo no hay nada que no esté en armonía con las evidencias acerca de la organización de la iglesia en los días de Pablo. Así como se destacan en los otros escritos de Pablo algunos aspectos de la vida cristiana, de la misma manera en las epístolas pastorales se examina en detalle la forma de gobierno de la iglesia primitiva.

"Los argumentos de la falsamente llamada ciencia" (1 Timoteo 6: 20) no tiene necesariamente que referirse a la obra de Marción. Gnôsis o "conocimiento" es una palabra conocida en el vocabulario de Pablo, y puede entenderse bien sin necesidad de referirse a ninguna obra herética; aunque gnôsis como término técnico quizá ya circulaba entre los gnósticos de la época de Pablo. Las antítesis tampoco tiene necesariamente que referirse al libro de Marción, pues entra fácilmente en el contexto con su significado común de "oposición", "argumentos contrarios". Por estas razones puede entenderse que Pablo advirtió a Timoteo contra los "argumentos del falsamente llamado conocimiento" encontraste con el Evangelio.

El vocabulario diferente en las epístolas pastorales quizá se explique mejor si se considera que Pablo las escribió en la etapa final de su vida, después de haber viajado más y tener más experiencia.

26.01. 1 TIMOTEO - Título

En los manuscritos griegos más antiguos el título de esta epístola es sencillamente ΠΡΟΣ ΤΙΜΟΘΕΟΝ Α΄ [PROS TIMOTHEON A] ("A Timoteo I").

Una evolución posterior amplió el título hasta la forma que tiene en la RVR y en otras versiones protestantes.

25.05. 2 TESALONICENSES - Bosquejo

I. Consuelo a los creyentes perseguidos, 1: 1-12.

A. Saludos, 1: 1-2.

B. Agradecimiento a Dios por el crecimiento espiritual de ellos,1: 3-4.
1. Acentuado progreso en fe y amor fraternal, 1: 3.
2. Paciente sufrimiento en la persecución, 1: 4.

C. Perspectiva de juicio y salvación, 1: 5-10.
1. Los creyentes perseguidos son tenidos por dignos, 1: 5.
2. Los perseguidores recibirán su merecida tribulación, 1: 6.
3. Los justos son liberados de su aflicción en el advenimiento del Señor, 1: 7.
4. Los que rechazan la misericordia de Dios son separados eternamente de él, 1: 8-9.
5. Glorificación de Cristo en sus santos, 1: 10.

D. Oración por los afligidos, 1: 11-12.


II. Enseñanza y exhortación acerca de la consumación anticristiana del mal, 2: 1-17.

A. Advertencias a no ser inducidos al fanatismo en cuanto al tiempo de la venida de Cristo, 2: 1-12.
1. No ser engañados de ninguna manera, 2: 1-2.
2. La apostasía y el reinado del hombre de pecado deben venir primero, 2: 3-4.
3. Alusión a una enseñanza oral previa, 2: 5.
4. Obra misteriosa del adversario, 2: 6-7.
5. La revelación, el destino y la obra del inicuo, 2: 8- 10.
6. El engaño y la condenación de los que aceptan al inicuo, 2: 11-12.

B. Agradecimiento, admonición y oración, 2: 13-17.
1. Gracias a Dios por su elección salvadora de los tesalonicenses, 2: 13-14.
2. Admonición a permanecer firmes y retener la doctrina, 2: 15.
3. Oración en busca de consuelo y firmeza, 2: 16-17.


III. Ruegos finales, admoniciones y órdenes, 3: 1-15.

A. Pedido de oración en favor de los apóstoles, 3: 1-2.

B. Confianza de Pablo y petición a favor de los tesalonicenses, 3: 3-5.

C. Ordenes y exhortaciones acerca de los que andan desordenadamente, 3: 6-15.
1. Orden de apartarse de los perturbadores, 3: 6.
2. El ejemplo personal de los apóstoles, 3: 7-9.
3. Orden previa acerca de los haraganes, 3: 10.
4. Nuevas órdenes, 3: 11-13.
5. Consejo acerca de los obstinados, 3: 14-15.


IV. Oraciones y saludos finales, 3: 16-18.

A. Oración por la paz, 3: 16.

B. Salutación personal, 3: 17.

C. Bendición, 3: 18.

25.04. 2 TESALONICENSES - Tema

Teniendo en cuenta los problemas de Tesalónica que motivaron la escritura de esta carta, uno de sus primeros propósitos era asegurar a los humildes cristianos de esa iglesia que habían sido aceptados por el Señor.

El apóstol insiste en que él debe agradecer a Dios por las victorias conquistadas. Destaca el progreso de ellos en las virtudes cristianas de la fe (2 Tes. 1: 3), del amor fraternal (2 Tes. 1: 3; cf. 1 Tes. 4: 9-10) y de su firmeza en medio de las persecuciones (2 Tes. 1: 4).

La segunda carta no añade nada en cuanto a la forma de la venida de Cristo y la resurrección de los justos, por lo tanto la primera carta tuvo que haber instruido a la iglesia en cuanto a esos temas; sin embargo, junto con esa enseñanza el apóstol había destacado la necesidad de estar preparados para el gran día del regreso del Señor y de vivir diariamente teniendo siempre en cuenta la segunda venida de Cristo (1 Tes. 5: 1-11; cf. Tito 2: 11-13).

Este énfasis en el segundo advenimiento parece que fue entendido por muchos como una indicación de que Pablo esperaba que el retorno del Señor fuera casi inmediato (ver 2 Tes. 2: 2). Por eso se apresuró a explicar que no había querido decir tal cosa, y recordó a sus lectores que primero debía venir la apostasía como personalmente les había enseñado- seguida por la aparición del anticristo (vers. 2-3, 5).

Pablo exhorta directamente a los indóciles haraganes, que sin duda decían que era innecesario trabajar debido al inminente advenimiento. Ya los había amonestado en su primera epístola (1 Tes. 4: 11; 5: 14), y ahora les da órdenes y los amonesta en el Señor (2 Tes. 3: 12). Insta a la iglesia a tomar medidas disciplinarias contra ellos con el propósito de reformarlos (vers. 14-15).

El tema de la segunda epístola, como el de la primera, es la piedad práctica (cap. 1: 11- 12).

Los débiles deben ser consolados y confirmados (cap. 2: 17); debe hacerse callar a los perturbadores (cap. 3: 12).

La iglesia debe conocer la obra engañosa del gran adversario para causar la apostasía y el reinado del anticristo, y también la destrucción final de todo el poder de Satanás (cap. 2: 3-12).

Pablo, teniendo delante de sí la gloriosa esperanza del triunfo de la causa de Dios, insta a la iglesia de Tesalónica a vivir de modo que pueda ser tenida por digna del llamamiento del Señor (cap. 1: 11-12).

25.03. 2 TESALONICENSES - Marco histórico

Es evidente que el tiempo y el lugar de la redacción de la segunda epístola son los mismos de la primera, por el hecho de que se presentan juntos los mismos tres apóstoles (1 Tes. 1: 1; 2 Tes. 1: 1).

Durante su segundo viaje misionero Pablo se quedó en Corinto un año y medio (Hechos 18: 11), y no hay ninguna evidencia de que Silas lo acompañara posteriormente. La segunda carta tuvo que haber sido escrita unos pocos meses después de la primera, ya sea en los últimos meses delaño 51 d. C. o en los primeros meses del año 52 d. C.; por lo tanto, el marco histórico de ambas es, en términos generales, el mismo.

El portador de la primera epístola quizá volvió y llevó a Pablo la información de que había un espíritu de agitación frenética, fanática, que se propagaba entre los miembros de Tesalónica debido a la creencia de que la venida del Señor estaba a punto de llegar. Esta situación demandaba atención inmediata. Cualquier demora podría ser fatal para el bienestar de la iglesia, pues entre esos humildes cristianos había algunos pusilánimes que estaban en grave peligro de caer en las redes de los engaños de los perturbadores.

25.02. 2 TESALONICENSES - Autor

Tradicionalmente no se había dudado seriamente de la paternidad paulina de esta epístola. El carácter de Pablo se refleja en toda ella. La tierna consideración del apóstol por sus conversos (cap. 2: 13-11), su elogio de las virtudes de ellos (cap. 1: 3-5; 3: 4), el extremo cuidado con que señala las debilidades y, sin embargo, la enérgica naturaleza de sus órdenes llenas de autoridad (cap. 3: 6, 12), demuestran que el autor fue Pablo.

No fue sino hasta comienzos del siglo XIX que se puso seriamente en duda la paternidad literaria paulina de la sección que trata del "hombre de pecado". Se argumentó que en ninguna de las otras epístolas de Pablo hay nada de naturaleza apocalíptico; sin embargo, este hecho no hace que sea irrazonable la opinión por largo tiempo sostenida de que Pablo es el autor de la epístola. Es cierto que en ninguna otra parte trata tan directamente de un tema apocalíptico, pero el hecho de que tuviera visiones (Hechos 22: 17-21; 2 Corintios 12: 2-4) hace comprensible que pudiera haber escrito un pasaje de estilo apocalíptico. La forma en que el autor se ocupó de esta profecía es claramente paulina, pues expresa el más ferviente anhelo de que el pueblo de Dios no sea engañado en cuanto al tiempo de la venida del Señor, sino que esté preparado para ese gran acontecimiento.

La autenticidad de la epístola tiene un sólido fundamento. Además de ser mencionada en las más antiguas listas de libros del NT, los mismos antiguos escritores eclesiásticos que se refirieron a la primera epístola citan o hacen referencia a la segunda. Además, parece que era conocida por Policarpo (c. 150 d. C.; Epístola de Policarpo a los filipenses 11); y Justino Mártir (c. 150 d. C.; Diálogo con Trifón 32; 110) menciona al "hombre de pecado", aparentemente haciendo referencia a la profecía de Pablo en 2 Tesalonicenses 2: 3.

25.01. 2 TESALONICENSES - Título

En los manuscritos griegos más antiguos que conocemos, el título de esta epístola sencillamente es ΠΡΟΣ ΘΕΣΣΑΛΟΝΙΚΕΙΣ Β΄ [PROS THESSALONIKEIS B] ("A [los] Tesalonicenses II").

El título más extenso, Segunda Epístola del Apóstol San Pablo a los Tesalonicenses, es de una redacción posterior.

24.05. 1 TESALONICENSES - Bosquejo

I. Saludos, 1: 1.

II. Reseña del ministerio a los tesalonicenses y relaciones con ellos, 1: 2 a 3: 13.

A. Agradecimiento por su fiel testimonio, 1: 2- 10.

1. Gratitud por su obra, 1: 2-4.
2. Reseña de su fructífera aceptación del Evangelio, 1: 5-10.

B. Pablo recuerda su ministerio en Tesalónica, 2: 1-16.

C. Esfuerzos de Pablo para volver a visitar a sus conversos, 2: 17-20.

D. Timoteo enviado en lugar de Pablo, 3: 1-13.

1. Propósito de la visita de Timoteo, 3: 1-5.

2. Informe de Timoteo y su efecto en Pablo, 3: 6-13.

a. El informe, 3: 6.
b. Gozo de Pablo por el informe, 3: 7-9.
c. El continuo deseo de Pablo de visitar la iglesia, 3: 10-11.
d. Oración de Pablo por sus conversos, 3: 12-13.


III. Instrucciones y exhortaciones, 4: 1 a 5: 28.

A. Introducción, 4: 1-2.

B. Verdadera santificación corporal, 4: 3-8.

C. Amor fraternal de los tesalonicenses, 4: 9-10 p. p.

D. Admoniciones a la laboriosidad, 4: 10 ú. p.-12.

E. Los muertos cristianos y la resurrección, 4: 13-18.

1. La gloriosa esperanza de la resurrección, 4: 13-14.
2. Las circunstancias de la resurrección, 4: 15-16.
3. La traslación de los justos vivos y de los resucitados, 4: 17.
4. Los creyentes deben consolarse mutuamente con estaseguridad, 4: 18.

F. La incertidumbre en cuanto al tiempo de la venida de Cristo, 5: 1-11.

1. La súbita venida del día del Señor, 5: 1-3.
2. Los creyentes deben estar preparados, 5: 4-11.

G. Admoniciones finales, 5: 12-22.

1. En cuanto a los siervos del Señor, 5: 12-13.
2. En cuanto a conservar la unidad en la iglesia, 5: 14-15.
3. En cuanto al regocijo, la oración y la gratitud, 5: 16-18.
4. Diversas admoniciones, 5: 19-22.

H. Bendición final y pedidos, 5: 23-28.

1. Deseo de una santificación completa, 5: 23-24.
2. Pedidos y saludos, 5: 25-27.
3. Bendición, 5: 28.

24.04. 1 TESALONICENSES - Tema

Esta epístola está iluminada por un radiante resplandor de amor intenso:

"Damos siempre gracias a Dios por todos vosotros, haciendo memoria de vosotros en nuestras oraciones, acordándonos sin cesar delante del Dios y Padre nuestro de la obra de vuestra fe, del trabajo de vuestro amor y de vuestra constancia en la esperanza en nuestro Señor Jesucristo. Porque conocemos, hermanos amados de Dios, vuestra elección" (cap. 1: 2-4).

"Antes fuimos tiernos entre vosotros, como la nodriza que cuida con ternura a sus propios hijos. Tan grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido entregaros no sólo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas; porque habéis llegado a sernos muy queridos" (cap. 2: 7-8).

"Pero cuando Timoteo volvió de vosotros a nosotros, y nos dio buenas noticias de vuestra fe y amor, y que siempre nos recordáis con cariño, deseando vernos, como también nosotros a vosotros, por ello, hermanos, en medio de toda nuestra necesidad y aflicción fuimos consolados de vosotros por medio de vuestra fe" (cap. 3: 6-7).

El apóstol estaba muy agradecido por el informe de Timoteo en cuanto a la fidelidad de los tesalonicenses y su tierna consideración por él; entonces se apresuró a alabarlos por sus nobles virtudes de fe, amor y esperanza. Sentía el vehemente deseo de visitarlos, pues, mientras estuvo con ellos, no había tenido suficiente tiempo para instruirlos plenamente en las verdades del Evangelio.

Timoteo también debe haber informado al apóstol acerca de ciertos problemas:

(1) Algunos tesalonicenses estaban apesadumbrados por sus seres amados que habían muerto desde que habían recibido el mensaje evangélico, pues temían que esos difuntos no pudieran tener parte en la gloriosa resurrección cuando volviera el Señor.

(2) Otros se habían fanatizado con el segundo advenimiento, sosteniendo que no debían trabajar sino esperar la venida del Señor en ociosa expectativa.

(3) Había quienes estaban volviendo al mundo, y se hallaban en peligro de sumirse en la inmoralidad.

(4) Otros se sentían inclinados a proceder por su cuenta y no deseaban reconocer a los legítimos dirigentes de la iglesia.
Necesitaban ayuda "los ociosos,... los de poco ánimo,... los débiles" (cap. 5: 14).

Si hubiese sido posible, el apóstol se hubiera apresurado para dar instrucciones personales a esos amados creyentes. Más de una vez trató de volver, pero Satanás lo "estorbó" (cap. 2: 18), y por eso tuvo que contentarse con escribir una carta a esa iglesia.

El tema de la epístola es la piedad práctica en vista del regreso de Cristo.

El glorioso advenimiento del Señor es la doctrina que más se destaca (cap. 1: 10; 2: 19; 3: 13; 4: 13-18; 5: 23).

Otras doctrinas mencionadas son:
(1) la muerte y la resurrección de Cristo (cap. 4: 14),
(2) la resurrección de los justos (vers. 13-16),
(3) las recompensas y los castigos futuros (cap. 4: 17; 5: 3),
(4) la existencia personal y la obra activa de Satanás (cap. 2: 18), y
(5) la doctrina de la redención, que incluye elección y santificación (cap. 1: 4; 4: 3-7).

24.03. 1 TESALONICENSES - Marco histórico

Tesalónica era una ciudad importante, capital de la segunda división de Macedonia. Estaba situada en el extremo norte del golfo Termaico, llamado ahora golfo de Salónica. Por esa ciudad pasaba la "Vía Ignaciana", que unía el Oriente con Roma. La situación geográfica favorable y el excelente puerto de Tesalónica se combinaban para hacer de ella un centro comercial de gran importancia. Quizá por esta razón allí vivía una gran colectividad judía y había una sinagoga (Hechos 17: 1). La ciudad, que ahora se denomina Salónica, es uno de los centros comerciales más importantes del nortede Grecia. Además, es de interés arqueológico, pues el arco triunfal bajo el cual pasaba la antigua Vía Egnatia aún se encuentra en pie como un recordativo de la gloria y del poder de la antigua Roma.

Pablo estuvo en Tesalónica por primera vez durante su segundo viaje, inmediatamente después de haber salido de Filipos (Hechos 16: 40; 17: 1). Como el método de evangelismo del apóstol era predicar primero en las ciudades importantes, y convertirlas después en centros para la propagación del Evangelio en los pueblos y aldeas circundantes, él y sus colaboradores fueron directamente desde Filipos a Tesalónica, sin detenerse para predicar en Anfípolis ni en Apolonia. Pablo sabía que primero debía ganarse la simpatía de los judíos de Tesalónica, y por eso fue a la sinagoga tres sábados sucesivos y presentó las grandes verdades del Evangelio a sus compatriotas. Los maltratos que acababa de sufrir en Filipos no lo habían amedrentado, y con el poder del Espíritu Santo presentaba las profecías mesiánicas del AT y mostraba su cumplimiento en Jesús. Algunos de los judíos creyeron, de "los griegos piadosos gran número" aceptaron su mensaje, y entre los creyentes de Tesalónica también había "mujeres nobles no pocas" (Hechos 17: 4).

Es probable que los misioneros hayan continuado su obra durante más tiempo que las tres semanas que aquí se mencionan, pues Pablo cuenta que trabajaba "de noche y de día" para sostenerse mientras predicaba el Evangelio (1 Tesalonicenses 2: 9), y en su carta a los filipenses se refiere a las dádivas que le enviaron mientras estaba en Tesalónica (Filipenses 4: 16).

El éxito del ministerio del apóstol no tardó en convertir la envidia de los judíos en un intenso odio que produjo luchas e hizo que Pablo tuviera que dejar la ciudad (Hechos 17: 5-10). Después de los primeros tres sábados que predicó en la sinagoga, parece que Pablo continuó su obra en la casa de Jasón (Hechos 17: 7). Tuvo éxito, según puede deducirse, especialmente entre los griegos, pues la iglesia de Tesalónica parece haber estado mayormente compuesta por gentiles.

La violencia de la turba instigada por los judíos obligó a las autoridades romanas a ocuparse de la predicación de Pablo; pero los magistrados no aceptaron la acusación de que el apóstol era culpable de traición por presentar la doctrina del futuro reino de Cristo.

Es evidente que Pablo y sus compañeros no fueron oficialmente expulsados de Tesalónica, ni que se les impidió volver a la ciudad, pues el apóstol creyó necesario explicar a la iglesia por qué no había regresado (cap. 2: 17-18), y también porque Timoteo regresó a esa ciudad (cap. 3: 2). Pero parece que los cristianos pensaron que era mejor que Pablo y sus compañeros salieran de la ciudad en ese momento.

De allí fueron a Berea, ciudad que estaba a unos 70 km al sudoeste. En Berea, Pablo predicó otra vez en la sinagoga, y tuvo un éxito mucho mayor entre esos judíos que amaban las Escrituras. Las noticias de esa nueva actividad del apóstol pronto llegaron a los judíos de Tesalónica, quienes se dispusieron a una acción inmediata. Se apresuraron a ir a Berea, y de nuevo instigaron a la turba contra los misioneros (Hechos 17: 10-13).

Los amigos de Pablo lo enviaron a Atenas, pero sus compañeros se quedaron en Macedonia. El apóstol anhelaba intensamente recibir la ayuda de ellos en Atenas, y allí los esperó (Hechos 17: 16). Parece que Timoteo se unió a él más tarde en Atenas, y Pablo entonces lo hizo regresar a Tesalónica para que animara a los nuevos creyentes y le trajera noticias de la situación de ellos (1 Tesalonicenses 3: 1-2, 6). Es probable que Silas se haya quedado en Macedonia, pues cuando Timoteo volvió a Grecia, Silas lo acompañó y ambos se unieron con Pablo en Corinto, adonde el apóstol había ido después de una corta permanencia en Atenas (Hechos 18: 1, 5).

Cuando Pablo recibió el informe de Timoteo, escribió su primera carta a los tesalonicenses. En algunos manuscritos que se remontan al siglo V se dice al fin de la epístola, que fue escrita en Atenas. Esta suposición quizá se basa en lo que se registra en 1 Tessalonicenses 3: 1-2; sin embargo, parece claro (cap. 3: 6) que 1 Tesalonicenses no fue escrita sino hasta después de que Timoteo regresó de Macedonia, y según Hechos 18: 1, 5 Pablo estaba entonces en Corinto. Por lo tanto, parece que lo más razonable es afirmar que 1 Tesalonicenses se escribió en Corinto.

Generalmente se ha considerado que esta epístola es la primera de las cartas de Pablo que se han conservado. Quizá fue, con la posible excepción de la Epístola de Santiago, el primer libro del NT que se escribió. Esto pudo haber sido en el año 51 d. C.

24.02. 1 TESALONICENSES - Autor

La epístola da a entender que proviene de Pablo, Silvano (Silas) y Timoteo (cap. 1: 1); sin embargo, básicamente es obra de Pablo (cap. 3: 1-2, 6-7; 5: 27).

Está incluida entre las cartas de Pablo en la lista más antigua de libros del NT: el Canon de Muratori (170 d. C.).

Los antiguos escritores eclesiásticos -Ireneo (c. 130-c. 202), Clemente de Alejandría (m. c. 220) y Tertuliano (c. 160-c. 240)- consideraban que Pablo era su autor.

La personalidad y el estilo del apóstol Pablo saturan toda la epístola, pues a través de ella se manifiestan el amor por sus conversos y la preocupación del apóstol por su bienestar espiritual. El énfasis que se pone en las grandes virtudes espirituales de la fe, el amor y la esperanza, es claramente paulino (cf. 1 Cor. 13: 13).

Los eruditos por lo general concuerdan en que Pablo fue el autor de la epístola.

24.01. 1 TESALONICENSES - Título

En los manuscritos griegos más antiguos el título de esta epístola es sencillamente ΠΡΟΣ ΘΕΣΣΑΛΟΝΙΚΕΙΣ Α΄ [PROS THESSALONIKEIS A] ("A [los] Tesalonicenses I").

El título más largo, "Primera Epístola del apóstol San Pablo a los Tesalonicenses" (RVR), es un desarrollo posterior.

23.05. COLOSENSES - Bosquejo

I. Introducción, 1: 1-13.

A. Saludos iniciales, 1: 1-2.

B. Gratitud de Pablo por el progreso de los colosenses, 1: 3-8.

C. Oración por un futuro progreso en conocimiento y buenas obras, 1: 9-11.

D. Acción de gracias por las bendiciones de Dios, 1: 12-13.


II. Sección doctrinal, 1: 14 a 2: 3.

A. La preeminencia de Cristo, 1: 14-19.

B. La obra de Cristo, 1: 20-22.

C. El ministerio de Pablo, pastor subordinado a Cristo, 1: 23 a 2: 3.


III. Sección didáctica, 2: 4-23.

A. Amonestación contra el error, 2: 4-8.

B. Cristo, la solución de los problemas doctrinales, 2: 9-23.

1. Cristo, la plenitud de Dios, 2: 9.
2. Cristo, cabeza de todo principado y toda potestad, 2: 10.
3. Cristo, el medio y el poder que motiva la conversión, 2: 11-13.
4. Cristo, la terminación del ya caduco sistema legalista, 2: 14-17.
5. Amonestaciones contra las filosofías y falsas especulaciones, 2: 18-23.


IV. Sección exhortatoria, 3: 1 a 4: 6.

A. El cristiano muerto al mundo sólo vive para Cristo, 3: 1-4.

B. Las pasiones de la carne eliminadas por el poder de Cristo, 3: 5-11.

C. Verdadera semejanza a Cristo desarrollada por el creyente cristiano, 3: 12-17.

D. Deberes de las relaciones sociales, 3: 18 a 4: 1.

1. De esposas y esposos, 3: 18-19.
2. De hijos y padres, 3: 20-21.
3. De esclavos y amos, 3: 22 a 4: 1.

E. Instrucción general, 4: 26.


V. Conclusión, 4: 7-18.

A. Explicaciones personales, 4: 7-9.

B. Saludos, 4: 10-18.

23.04. COLOSENSES - Tema

En la Epístola a los Colosenses Pablo se expresa enfáticamente contra la herejía prevaleciente en esa iglesia.

En Gálatas y en otros escritos refuta únicamente a los judaizantes, pero aquí su propósito es mixto: no sólo se preocupa por refutar el legalismo judaizante, sino que también se opone a ciertos elementos paganos que procuraban degradar o eclipsar el ministerio de Cristo.

Por lo tanto, ataca la idea de intermediarios angélicos como agentes de creación y mediación, y declara que únicamente Cristo es Creador y Mediador (cap. 1: 16, 20).

Cristo es la"cabeza" tanto de las cosas materiales como de las espirituales (cap. 1: 18; 2: 19).

En él no hay ningún dualismo. Jesús está por encima de todo (cap. 1: 18).

Por él subsisten todas las cosas (vers. 17). Es Dios (vers. 15).

En él mora la "plenitud" (vers. 19). No necesita de subordinados o emanaciones.

Pablo asegura que en Cristo están "todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento (cap. 2: 3).

El misterio consumado y salvador no es un conocimiento esotérico referente a diferentes órdenes de ángeles ¹, sino "Cristo en vosotros, la esperanza de gloria" (vers. 27). Por eso condena el culto a los ángeles que los falsos maestros propiciaban como una negación de la perfección de Cristo como Sustentador y Mediador (cap. 2: 18-19).

El apóstol también trata de los resultados morales de esas herejías:

Prohibe por igual los extremos de un ascetismo demasiado rígido y de la licencia desenfrenada (cap. 2: 16, 20-21; 3: 5, 8-9). Ambas herejías sostenían que la voluntad humana es soberana. Este "culto a la voluntad" es una humildad falsa o fingida, y por lo tanto condenable.

Todas las complacencias carnales (y la lista del apóstol es casi exhaustiva) son rigurosamente condenadas.

Pablo presenta a Cristo como el Creador y el Sustentador del universo, Cabeza, Mediador y Emancipador de la iglesia. En Cristo los principios sustituyen a las ceremonias.

El apóstol escribe clara, lógica y vigorosamente a sus amigos de Colosas, persuadiéndolos a que se vuelvan de las vanas e inútiles especulaciones a la realidad del Evangelio de Cristo.

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¹ "Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él" (Colosenses 1: 16).

Tronos - dominios - principados - potestades. Estos términos evidentemente eran usados por los falsos maestros de Colosas para describir su clasificación de las jerarquías angélicas. Esos maestros herejes quizá clasificaban a Cristo dentro de esas jerarquías. Si así fue, Pablo atacó de frente esa doctrina declarando que ya fuera que existieran o no tales jerarquías, Cristo las creó a todas y por lo tanto las superaba muchísimo en dignidad.

23.03. COLOSENSES - Marco histórico

No se sabe con exactitud cómo, cuándo o quién fundó la iglesia de Colosas. Pablo utilizó a Efeso como el centro de sus actividades misioneras durante unos tres años (Hechos 20: 31).

La energía con que llevó a cabo su evangelización durante ese tiempo, indujo a Lucas a declarar: "Todos los que habitaban en Asia, judíos y griegos, oyeron la palabra del Señor Jesús (Hechos 19: 10), y hasta Demetrio afirmó: "Este Pablo. . . en casi toda Asia, ha apartado a muchas gentes con persuasión" (Hechos 19: 26) del paganismo.

Escribiendo a los corintios cerca del fin de su permanencia en Efeso y sus alrededores, el apóstol les envió saludos de "las iglesias de Asia" (1 Corimtios 16: 19). Esto significa que la provincia romana de Asia era en ese tiempo el campo misionero del apóstol (cf. 2 Corintios 1: 8; Romanos 16: 5, donde la evidencia textual establece el texto "Asia" [BJ, BC, BA, NC] y no "Acaya").

Visitantes de toda Asia acudían al gran puerto marítimo de Efeso, y los mensajes de Pablo tuvieron que ser ampliamente difundidos por los viajeros que regresaban a sus lugares de origen (Hechos 19: 10). De esa manera dos ciudadanos de Colosas -Epafras (Colosenses 4: 12) y Filemón (Filemón 1; cf. Filemón 10-11; Colosenses 4: 9) - quizá oyeron las buenas nuevas de la salvación; y junto con otros pudieron haber llevado el Evangelio a sus conciudadanos (cf. cap. 1: 7). Por lo tanto, aunque Pablo pudo no ser el fundador de la iglesia de Colosas, probablemente fue en sentido muy real, su padre.

Según esta epístola es evidente que él se sentía responsable por la condición espiritual de los cristianos colosenses, y que conocía bien sus necesidades y los peligros en que estaban. Parece que esa información le fue llevada a Roma por Epafras (Colosenses 1: 7; cf. Filemón 23), y ésa fue la razón inmediata de que les escribiera la epístola.

El peligro que asechaba a los creyentes de Colosas lo producían las falsas enseñanzas que se estaban propagando entre ellos. No se pueden determinar los detalles precisos de esas enseñanzas. Algunos eruditos las han identificado como provenientes de dos focos: los judaizantes y los gnósticos. Indudablemente contenían elementos judaizantes, y algunas de las falsas doctrinas a las que se hace alusión en esta epístola son similares a las que sostenían ciertos gnósticos en los siglos II y III.

Sin embargo, en vista de la gran incertidumbre que hay en cuanto a la situación de ese entonces, probablemente sea preferible entender que las falsas enseñanzas de Colosas eran una mezcla de judaísmo y de alguna clase de paganismo oriental (quizá una forma antigua de gnosticismo) y no dos sistemas separados de enseñanzas.

La literatura apocalíptica judía y los Manuscritos del Mar Muerto muestran que tales mezclas eran frecuentes entre los judíos de ese tiempo. El concepto de los ángeles organizados en categorías es familiar en la literatura apócrifa judía; y tal como se describe ese concepto en Colosenses, parece estar muy cerca de la idea de "emanaciones", como se encuentra en escritos gnósticos posteriores.

Los términos "misterio" (cap. 1: 26-27) y "conocimiento" (cap. 2: 3) -que Pablo aquí parece estar tomando de los falsos maestros y usándolos en un sentido cristiano- aparecen en los Manuscritos del Mar Muerto como términos religiosos aceptados. Esas palabras tenían sin duda un sentido claramente religioso en los misterios paganos y en el gnosticismo.

La "plenitud" (Gr. πληρωμα [plêrôma], cap. 1: 19), que según Pablo se halla en Cristo, por lo menos posteriormente fue un término gnóstico común para referirse a las "emanaciones", los seres subsidiarios intermedios que se pensaba que emanaban de Dios y que eran intermediarios entre él y el mundo. Es imposible decir hasta dónde se habían introducido esos conceptos en Colosas.

Sin embargo, lo siguiente parece ser claro: los falsos maestros de Colosas enseñaban la existencia de seres angelicales dispuestos en órdenes diferentes, intermediarios entre Dios y el mundo, que actuaban como mediadores de los hombres, les proporcionaban salvación y merecían que se les rindiera culto.

Esos maestros insistían al mismo tiempo en un ceremonialismo extremadamente legalista que seguía los moldes judaicos y ponía énfasis en la circuncisión, en tabúes, en asuntos de comidas y bebidas y la observancia de festividades.

Pablo escribió la Epístola a los Colosenses para atacar tales enseñanzas.

Esta epístola fue redactada sin duda en Roma alrededor del año 62 d. C., durante el primer encarcelamiento de Pablo.

23.02. COLOSENSES - Autor

Esta epístola lleva los nombres de Pablo y Timoteo como sus autores (cap. 1: 1); sin embargo, las repetidas referencias que hay en la carta demuestran que en realidad fue Pablo el que la escribió (cap. 2: 1; 4: 3-4, 7-8, 13, 18) en su nombre como en el de su colaborador más joven.

La iglesia primitiva unánimemente atribuyó la carta a Pablo. Aunque los críticos más extremistas de los siglos XIX y XX sostienen que esta epístola no fue escrita por Pablo, por lo general los eruditos actuales la atribuyen a él.

23.01. COLOSENSES - Título

Es probable que esta epístola, como otras de Pablo, originalmente no llevara ningún título, pues es una carta.

Los manuscritos existentes más antiguos tienen el sencillo título, ΠΡΟΣ ΚΟΛΟΣΣΑΕΙΣ [PROS KOLOSSAEIS] ("A [los] Colosenses"), lo que sin duda fue añadido por algún antiguo escriba cuando se recopilaron las cartas de Pablo y se publicaron en conjunto. Pero es evidente que este título es correcto (cap. 1: 2).

22.05. FILIPENSES - Bosquejo

I .Introducción, 1: 1 - 11.

A. Saludos a los filipenses, 1: 1-2.

B. Acción de gracias por los conversos de Pablo, 1: 3-8.

C. Oración por el continuo crecimiento de ellos, 1: 9-11.


II. Repaso de las circunstancias y los sentimientos de Pablo, 1: 12-26.

A. Su encarcelamiento y su efecto en el progreso del Evangelio, 1: 12-17.

1. Le añadió publicidad, 1: 12-13.
2. Aumentó el testimonio de los miembros de iglesia, 1: 14.
3. Produjo una predicación maliciosa, 1: 15-17.

B. Actitud de Pablo hacia su encarcelamiento, 1: 18-26.

1. Regocijo porque Cristo es más ampliamente predicado, 1: 18.
2. Convicción acerca de su beneficio espiritual, 1: 19.
3. Determinación de ensalzar a Cristo, en vida o en muerte, 1: 20-26.


III. Exhortación a la unidad y a la abnegación, 1: 27 a 2: 16.

A. Necesidad de una firme intrepidez, 1: 27-28.

B. Paciencia ante el sufrimiento, 1: 29-30.

C. Exhortación a la unidad y a la humildad cristianas, 2: 1-4.

D. Cristo, el modelo supremo de humildad, 2: 5-11.

E. Aplicación práctica del modelo, 2: 12-16.


IV. Explicación de los planes de Pablo para el futuro, 2: 17-30.

A. Su plan de enviarles a Timoteo, 2: 17-23.

B. Su esperanza de ser pronto liberado, 2: 24.

C. Su plan inmediato de enviarles a Epafrodito, 2: 25-30.

1. Enfermedad y restablecimiento de Epafrodito, 2: 25-27.
2. Epafrodito es elogiado, 2: 28-30.


V. Una nueva exhortación con un paréntesis doctrinal, 3:1 a 4:9.

A. Regocijo en el Señor, 3: 1.

B. Amonestación contra dos errores, 3: 2-21.

1. Judaísmo: las obras en oposición a la gracia, 3: 2-16.

a. La verdadera circuncisión, 3: 2-3.
b. Pablo resta importancia a sus antecedentes hebreos, 3: 4-7.
c. Nada tiene valor frente al conocimiento de Cristo, 3: 8-11.
d. Necesidad de un progreso continuo y unificado, 3: 12-16.

2. Materialismo: la mente sensual contra la mente espiritual, 3: 17-21.

a. Exhortación a imitar a Pablo, 3: 17.
b. Amonestación contra los sensuales, 3: 18-19.
c. La bendita esperanza, 3: 20-21.

C. Renovada exhortación a la firmeza y la unidad, 4: 1-3.

D. Exhortación al gozo, la liberación de la ansiedad y la prosecución de metas dignas, 4: 4-9.


VI. Conclusión, 4: 10-23.

A. Reconocimiento de la dádiva de los filipenses, 4: 10-19.

B. Saludos de todos para todos, bendición, 4: 20-23.

22.04. FILIPENSES - Tema

La Epístola a los Filipenses es una carta de un amigo a sus amigos, una carta de consejo espiritual, escrita para reconocer una ayuda dada con amor.

Pablo les habla a los creyentes de Filipos de sus prisiones, del progreso del Evangelio en Roma, de los esfuerzos de ciertos adversarios para afligirlo mediante una oposición sectaria, pues predicaban a Cristo movidos por la envidia y el espíritu de división (cap. 1: 12-17).

Les cuenta de la paz interior y del gozo que lo sostuvieron en todas sus aflicciones. Se siente seguro de la simpatía de ellos; les escribe teniendo la confianza plena de la amistad cristiana. Su gozo es el gozo de ellos.

Les habla de la incertidumbre de su futuro, pues no sabe cómo terminará su juicio, si en muerte o en vida. Pero está preparado para ambas: una vida santa es una bendición, y también lo es una muerte santa (vers. 19-24).

Les habla de que acepta sus presentes con gratitud. No había estado dispuesto a recibir ayuda de otras iglesias, pero con ellos compartía una estrecha intimidad, y esa amistad afectuosa y confiada hacía que estuviera listo para aceptar la ayuda de ellos (cap. 4:14-17). La apreciaba no tanto como un alivio para sus propias necesidades, sino más bien como una evidencia adicional del amor de ellos por él y de su crecimiento en ese amor, que es la primera de las virtudes cristianas.

Él, les dice, se sentía contento, pues había aprendido a bastarse a sí mismo en el sentido cristiano. Nadie sentía como él sus propias debilidades, pero podía hacer todas las cosas con la fortaleza de Cristo (vers.10-13).

Por lo tanto, el tema de la epístola es el gozo en Cristo. Pablo escribió esta carta mientras estaba preso y sin saber qué le sucedería; sin embargo, utiliza repetidas veces las palabras "gozo" y "regocijaos". La expresión "en Cristo" aparece con frecuencia, y cuando está unida con el pensamiento de gozo, expresa adecuadamente el tema de la epístola.

22.03. FILIPENSES - Marco histórico

La Epístola a los Filipenses fue escrita en Roma durante el primer encarcelamiento de Pablo en esa ciudad. Habían pasado más de diez años desde que Pablo predicara por primera vez el Evangelio en Filipos.

Lucas describe las circunstancias de la primera visita del apóstol a Filipos (Hechos 16):

Mientras el apóstol estaba en Troas, en la costa noroeste del Asia Menor, alrededor del año 50 d. C., recibió una visión en la que contempló a "un varón macedonio" que le suplicaba: "pasa a Macedonia, y ayúdanos" (Hechos 16: 8-9). Pablo y sus compañeros, Silas, Timoteo y Lucas, respondieron inmediatamente viajando a Filipos por la vía de Neápolis.

Filipos fue el primer lugar de Europa donde se predicó el Evangelio. Los misioneros se unieron allí con un reducido grupo de creyentes para celebrar un culto fuera de la ciudad, a la orilla de un río. Entre los presentes se destacaba la presencia de "Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira". Lidia y los suyos recibieron con alegría el mensaje del apóstol, se convirtieron y fueron bautizados.

Posteriormente, mientras Pablo y Silas se ocupaban en su obra de enseñanza, se encontraron con una muchacha esclava poseída por un espíritu de adivinación, la cual repetidas veces los anunciaba como "siervos del Dios Altísimo". Pero cuando Pablo libero a la muchacha de ese mal espíritu, los que habían sido sus amos instigaron a una turba contra los apóstoles, y Pablo y Silas fueron golpeados y encarcelados. Entonces se produjo un terremoto a la media noche, e inmediatamente el carcelero se convirtió y también su familia. En esta forma comenzó la iglesia de Filipos. Su feligresía estaba formada por Lidia, la vendedora de púrpura de Tiatira y su casa, el carcelero, que quizá era romano, y su familia, y otros.

Varios años mas tarde, cuando regresaba a Jerusalén después de terminar su tercer viaje misionero, Pablo se detuvo otra vez en Filipos. Era el tiempo de la pascua, y el apóstol la observó con los creyentes. Debe haber disfrutado de unos días de pacífica y feliz comunión que le fue concedida junto con aquellos que se encontraban entre los más amados y leales de todos sus conversos (Hechos 20: 6).

Pablo regresó a Jerusalén, y poco después fue arrestado y en carcelado en Cesarea por lo menos durante dos años (Hechos 24: 27). Entonces tuvo lugar su viaje a Roma, donde vivió "dos años enteros en una casa alquilada" (Hechos 28: 30). Durante ese encarcelamiento Pablo escribió, sin duda, su epístola a la iglesia de los filipenses y también las cartas a los colosenses, a los efesios y a Filemón. Roma no se menciona en la Epístola a los Filipenses; pero la referencia de Pablo a "la casa de César" (cap. 4: 22) y su expectativa de una rápida liberación (cap. 2: 24), sugieren que Roma fue el lugar en donde la escribió.

En la carta se puede apreciar bastante bien la situación de Filipos, la condición de Pablo y la relación del apóstol con los creyentes filipenses. La iglesia de Filipos era presidida por obispos y diáconos (cap. 1:1); sus miembros estaban sufriendo persecución (vers. 29), e indudablemente se había producido alguna tendencia a la discordia, especialmente entre dos de las hermanas de la iglesia (cap. 4: 2); pero no hay ninguna indicación de que hubiera corrupción moral o falsas doctrinas.

Había poco que perturbara el gozo y la gratitud con que el apóstol contemplaba el crecimiento de los filipenses en la gracia. Su amor por Pablo era inmutable. Le habían enviado a Epafrodito, uno de sus dirigentes, para que le llevara sus dádivas y lo ayudara en su aflicción (cap. 2: 25). Pablo pensaba que sería liberado pronto, y expresaba su confianza de que antes de mucho los vería otra vez (cap. 1: 26; 2: 24). Más tarde fue liberado y durante un tiempo trabajó entre las iglesias que había ayudado a establecer, lo que tal vez incluyó a la iglesia de Filipos.

La ocasión inmediata para que el apóstol escribiera esta carta, fue que Epafrodito -que había enfermado gravemente durante su visita a Pablo en Roma- ya había mejorado lo suficiente como para regresar a Filipos (cap. 2: 25-30). Los miembros de la iglesia anhelaban que Epafrodito estuviera con ellos, y Pablo deseó aprovechar la oportunidad para mandar un mensaje de agradecimiento a sus amigos por haberle enviado algunos obsequios, para contarles cómo estaba y recordarles de su interés y oraciones por ellos.

22.02. FILIPENSES - Autor

En la carta se menciona al apóstol Pablo como su autor (cap. 1: 1). El apóstol presenta a Timoteo como a uno de sus colaboradores (cap. 1: 1; 2: 19), y se refiere a su encarcelamiento (cap. 1: 7) y a su anterior predicación en Macedonia (cap. 4: 15) de una manera completamente natural y en armonía con lo que se sabe de la vida de Pablo.

La iglesia primitiva unánimemente reconoció que esta carta era de Pablo.

El primer testimonio extrabíblico en cuanto a la paternidad literaria paulina de esta epístola, proviene de Policarpo, líder y mártir cristiano de mediados del siglo II.

La evidencia en cuanto a la paternidad literaria de Pablo es tan manifiesta, que hay pocos motivos para ponerla en duda.

22.01. FILIPENSES - Título

El título de esta carta se debe a que fue dirigida a los cristianos de Filipos, ciudad de Macedonia. Los manuscritos más antiguos, que se remontan al siglo III, llevan el sencillo título de ΠΡΟΣ ΦΙΛΙΠΠΗΣΙΟΥΣ [PROS PHILIPPÊSIOUS] ("A [los] filipenses").

21.05. EFESIOS - Bosquejo

I. Saludo introductorio, 1: 1-2.


II. Sección doctrinal, 1: 3 a 3: 21.

A. Las bendiciones del creyente, 1: 3-14.
1. Himno de alabanza, 1: 3-10.
2. Sellamiento de los creyentes para salvación, 1: 11-14.

B. Oración en favor de la iglesia, 1: 15-23.

C. Judíos y gentiles son uno en Cristo, 2: 1-22.
1. Regeneración por el poder de Dios, 2: 1-10.
2. Todos son uno en Cristo, 2: 11-22.

D. La revelación del misterio, 3: 1-21.
1. Revelado a los apóstoles y profetas, 3: 1-6.
2. La sabiduría de Dios manifestada por medio de la iglesia, 3: 7-13.
3. Oración en favor de los creyentes y doxología, 3: 14-21.


III. Sección práctica, 4: 1 a 6: 20.

A. Unidad por medio de los dones del Espíritu, 4: 1-16.
1. Ruego en pro de una vida unida, 4: 1-6.
2. Naturaleza y propósito de los dones, 4: 7-16.

B. El cambio de vida, 4: 17 a 5: 21.
1. Tinieblas espirituales en contraste con la vida espiritual, 4: 17-24.
2. La naturaleza de la vida transformada, 4: 25-32.
3. Exhortación a la pureza de vida, 5: 1-14.
4. Insensatez y sabiduría, 5: 15-21.

C. Obligaciones en el seno de la familia, 5: 22 a 6: 9.
1. Entre esposos, 5: 22-23.
2. Entre padres e hijos, 6: 1-4.
3. Entre siervos y amos, 6: 5-9.

D. La armadura del cristiano, 6: 10-20.


IV Conclusión y saludos, 6: 21-24.

21.04. EFESIOS - Tema

El tema de Efesios es la unidad en Cristo. Pablo escribe a una iglesia (o iglesias) formada por judíos y gentiles, asiáticos y europeos, esclavos y libres, representantes todos de un mundo resquebrajado que debía ser restaurado a la unidad en Cristo. Esto implicaba la unidad de persona, familia, iglesia y raza. La restauración de la unidad individual en la vida de cada creyente asegura la unidad del universo de Dios. El tema de la unidad se presenta explícita e implícitamente a través de toda la epístola.

El apóstol anuncia su tema en un tono de exaltación espiritual, y exhorta a todos a alcanzar la más alta norma de carácter y conducta para lograr la unidad no sólo en doctrina y organización, sino en Cristo, la Cabeza, y en la iglesia, su cuerpo místico. Aunque "en Cristo" es la frase clave, es difícil elegir un versículo específico, porque casi no hay pasaje que no presente de una u otra manera este tema básico. Elección, perdón, predestinación, relaciones en el hogar: todo es "en Cristo".

El apóstol dice menos acerca de la fe que acerca de la gracia. En sus escritos anteriores destaca la relación del individuo con la salvación; aquí pone de relieve al grupo, la iglesia, el cuerpo, y habla de estar "en Cristo" en vez de ocuparse de cosas alcanzadas "mediante Cristo"; de Cristo viviendo en el creyente en vez de Cristo crucificado.

Pablo no desarrolla su tema como un argumento o proposición formal. Trata simplemente de lo que le fue dado a él en revelación, no a causa de poseer un intelecto superior o perspicacia mayor, sino porque era un instrumento de la gracia de Dios a quien le fue conferida una visión de la unidad esencialmente espiritual del reino.

Se puede afirmar que lo que Romanos y Gálatas fueron para el siglo XVI y la Reforma protestante, Efesios lo es para la iglesia de hoy. ¿Qué puede decir el cristianismo respecto a las relaciones del individuo con la familia, de la familia con la nación, de la nación con la raza, y de todos con la iglesia y con Dios? Pablo contesta presentando a Cristo como el centro y fin de todas las cosas, como quien cumple sus propósitos mediante la iglesia, como quien reúne "todas las cosas en Cristo" (cap. 1: 10).

La adquisición de una unidad que conserve la libertad del individuo, de unidad sin rígida uniformidad, es nuestra más urgente necesidad ahora. Al apóstol se le dio una revelación que ofrece la única solución a un problema de gran importancia para todo hombre de bien.

21.03. EFESIOS - Marco histórico

Después de apelar a César haciendo uso de sus derechos como ciudadano romano, Pablo fue enviado a Roma donde probablemente llegó durante la primavera del año 61 d. C. Allí estuvo preso dos años; por lo tanto, es probable que esta epístola fuera escrita por el año 62 d. C.

Mientras estaba preso aparentemente disfrutó de ciertas libertades (cf. Efesios 6:19; Colosenses 4: 3-11), las que le dieron la oportunidad de reflexionar y escribir. El apóstol aprovechó esta situación y envió muchas instrucciones doctrinales y prácticas a las iglesias de Asia.

Parece que las epístolas a los Efesios, a los Colosenses y a Filemón fueron escritas más o menos en ese mismo tiempo, porque Tíquico fue no sólo el portador de las cartas a los Efesios y Colosenses, sino también compañero de viaje de Onésimo, el que llevó la carta a Filemón (Efesios 6: 21; Colosenses 4: 7-9; Filemón 12). Por lo tanto, Efesios sería una de las cuatro cartas que Pablo escribió durante su primer encarcelamiento. Filipenses, escrita también durante ese mismo período, quizá fue la cuarta epístola.

Se ha sugerido que Efesios pudo haber sido escrita durante el encarcelamiento del apóstol en Cesarea; sin embargo, la evidencia en favor de Roma es mucho mayor. Es indudable que el apóstol estaba preso cuando escribió esta epístola (cap. 3: 1; 4: 1); pero las circunstancias de su condición de preso en Roma parecen haber sido más favorables para que escribiera sus epístolas (Hechos 28: 16, 20).

Mientras el apóstol estaba preso en Roma esperaba una rápida liberación (Filemón 22); pero no hay indicación alguna de que hubiera acariciado una esperanza similar en Cesarea. El apóstol había anhelado durante mucho tiempo visitar a Roma (Romanos 15: 23-24), y después de haber llegado allí se propuso ir a Colosas (Filemón 22); sin embargo, nunca parece que tuvo la intención de viajar de Cesarea a Colosas.

Pablo escribió esta epístola en tiempos y circunstancias que prepararon un ambiente especial para su mensaje. El sanguinario Nerón era emperador; abundaban el libertinaje, la vida fastuosa y los asesinatos. Por ejemplo, se registra que cuando el senador romano L. Pedanio Secundo fue asesinado por un esclavo, aproximadamente 400 esclavos de su propiedad fueron condenados a muerte como castigo, según el procedimiento legal de la época.

Alrededor del año cuando se escribió la epístola (62 d. C.), tuvo lugar en las islas británicas el levantamiento de Boadicea (o Baodicea), donde, según se afirma, "más de 70.000" Romanos perecieron junto con muchos miles de rebeldes.

En ambiente semejante y como resultado de una profunda reflexión e inspiración, el apóstol produjo una de sus más nobles declaraciones respecto a la fe como el único medio para que el hombre recobre la paz y se reencuentre consigo mismo.

21.02. EFESIOS - Autor

La paternidad literaria paulina de la epístola no fue puesta en duda durante siglos; pero a partir del siglo XIX muchos eruditos llegaron a la conclusión de que la epístola no era paulina, o que cuando mucho lo era sólo parcialmente. Se sugería que se trataba nada más que de una paráfrasis de la Epístola a los Colosenses, y que ciertas expresiones indicaban que el autor nunca había estado en Efeso (Efesios 3: 2-3; 4: 21). Se destacaba el hecho de la ausencia de saludos personales para los miembros de la iglesia de Efeso, donde Pablo había trabajado durante unos tres años (Hechos 20: 31). Se afirmaba que el estilo, sentido y propósito de la epístola no eran paulinos, y hasta se sugería que ningún hombre encarcelado podría haber escrito una carta tan animadora.

Desde el mismo comienzo del proceso de separación de los libros apócrifos de los genuinos, la Epístola a los Efesios fue colocada en el canon del Nuevo Testamento. Existe una abrumadora evidencia externa que confirma el derecho a esa afirmación. Tal posición fue evidentemente conocida por Clemente Romano (c. 90 d. C.), y fue confirmada por el testimonio de Ignacio y Policarpo a comienzos del siglo II. Pablo es mencionado por nombre como el autor de la epístola en el Fragmento Muratoriano, y más tarde por Ireneo (c. 185 d. C.), Clemente de Alejandría (c. 190 -195 d. C.), Tertuliano (c. 207 d. C.), y muchos otros escritores antiguos. En este estudio consideramos al apóstol Pablo como el autor de la epístola.

21.01. EFESIOS - Título

Casi toda la iglesia cristiana primitiva consideraba que esta epístola fue dirigida a la iglesia de Efeso. Todos los manuscritos conocidos, sin excepción, llevan el título: "a los efesios". Sin embargo, las palabras griegas εν εφεσω [en Ephesô], "en Efeso" (cap 1: 1), no se registran en los Códices Vaticano y Sinaítico, dos de los manuscritos más antiguos y autorizados, ni en el Chester Beatty MS P46, papiro manuscrito aún más antiguo.

Basilio dijo en el siglo IV que él vio manuscritos antiguos en los cuales las palabras "en Efeso" estaban omitidas (Contra Eunomio ii. 19). Declaraciones de Orígenes (Comentario) y Tertuliano(Contra Marción v. 17) confirman esta idea; por lo tanto, es claro que en el siglo II existían algunos manuscritos en los cuales no figuraban las palabras en cuestión.

La ausencia de saludos personales en la epístola es un hecho significativo y más aún cuando se recuerda que sin duda Pablo debe haber ganado muchos amigos durante sus tres años de fructífero ministerio en la ciudad de Efeso. Además, la epístola presenta doctrinas aplicables a la iglesia universal.

Hay tres soluciones que comúnmente se sugieren para resolver este problema:

a. La epístola en realidad fue dirigida a la iglesia de Laodicea (cf. Col. 4: 16).

b. Esta epístola originalmente fue una carta circular dirigida a las iglesias de Asia.

c. La epístola fue dirigida a los efesios.

Una respuesta satisfactoria parece surgir de la combinación de las explicaciones b y c. Bien podría ser que esta carta fuera enviada a la iglesia de Efeso, metrópoli del proconsulado de Asia, con la intención de que después fuera enviada a otras iglesias de esa zona. Esto explicaría la tradición que incluye a la iglesia de Efeso como la destinataria de la epístola y también explica por qué existieron copias muy antiguas del libro que no incluían las palabras εν εφεσω [en Ephesô], las cuales pudieron haber sido copias del manuscrito original que circularon entre las iglesias vecinas. De todas maneras, esta epístola indudablemente fue leída por los creyentes de Efeso y quizá también por otros en la provincia de Asia.

20.05. GÁLATAS - Bosquejo

I. Saludo e introducción, 1: 1-10.

A. La autoridad apostólica del autor, 1: 1-5.

B. La ocasión para escribir la carta y su propósito, 1: 6-10.


II. Defensa de la autoridad apostólica de Pablo, 1: 11 a 2: 14.

A. La autenticidad de su conversión al cristianismo, 1: 11-24.

1. El origen divino de su interpretación del Evangelio, 1: 11-12.
2. Su celo anterior por la fe judía, 1: 13-14.
3. Su conversión y su misión entre los paganos, 1: 15-16.
4. Su retiro preparatorio en Arabia, 1: 17.
5. Su primer contacto con los apóstoles en Jerusalén, 1: 18-20.
6. Su aceptación por las iglesias de Judea, 1: 21-24.

B. La aprobación apostólica de su interpretación del Evangelio, 2: 1-14.

1. Pablo explica su Evangelio a los apóstoles, 2: 1-2.
2. El caso de Tito comprueba el Evangelio de Pablo, 2: 3-5.
3. Igualdad apostólica de Pablo con los doce, 2: 11-14.


III. La fe contra el legalismo como medio de salvación, 2: 15 a 3: 29.

A. Los cristianos de origen judío también dependen de la fe de Cristo para la salvación, no de la ley, 2: 15-21.

1. Los cristianos de origen judío comprenden la ineficacia del legalismo, 2: 15-16.
2. La incompatibilidad del cristianismo y el judaísmo, 2: 17-21.

B. La salvación de los gentiles provista en el pacto hecho con Abrahán, 3: 1-14.

1. Los gálatas se habían hecho cristianos por medio de la fe,3: 1-5.
2. La fe es la característica distintiva del pacto hecho conAbrahán, 3: 6-7.
3. La salvación de los gentiles por medio de la fe, 3: 8-14.

C. La condición de "la ley" en relación con el pacto hecho con Abrahán, 3: 15-29.

1. "La ley" no anulaba las provisiones mesiánicas del pacto, 3: 15-18.
2. El papel subordinado y provisorio de "la ley" , 3: 19-25.
3. En Cristo todos son herederos de las promesas del pacto por la fe, 3: 26-29.


IV. El cristiano queda libre de la tutela de "la ley", 4: 1-31.

A. De la inmadurez de "la ley" a la madurez del Evangelio, 4: 1-7.

1. La condición de subordinación de un heredero durante su minoría de edad, 4: 1-3.
2. Se confieren los privilegios plenos de la herencia medianteCristo, 4: 4-7.

B. El insensato proceder de la iglesia de Galacia, 4: 8-31 .

1. La insensatez de judaizar, 4: 8-12.
2. La sinceridad de Pablo y su solícito interés en las iglesias de Galacia, 4: 13-20.
3. La alegoría de los dos hijos, 4: 21-31.


V. Exhortaciones morales y espirituales, 5: 1 a 6: 10.

A. La esclavitud del legalismo incompatible con la libertad en Cristo, 5: 1-12.

B. La libertad cristiana no es una excusa para el libertinaje, 5:13-26.

1. El amor es el cumplimiento de la ley, 5: 13-18.
2. Las obras de la carne y las obras del Espíritu, 5: 19-26.

C. El amor fraternal cumple con la ley de Cristo, 6: 1-10.


VI. Conclusión, 6: 11-18.

20.04. GÁLATAS - Tema

El tema de la Epístola a los Gálatas es la justificación por medio de la fe de Jesucristo, lo cual presenta un contraste con el concepto judaico de la justificación por medio del cumplimiento de las "obras" prescritas en el sistema legal judío.
Esta carta ensalza lo que Dios ha hecho mediante Cristo para la salvación del hombre, y rechaza categóricamente la idea de que una persona puede ser justificada por sus propios méritos. Ensalza la dádiva gratuita de Dios, en contraste con los esfuerzos del hombre de salvarse por sí mismo.
La pregunta específica en disputa entre Pablo y los maestros de la herejía en Galacia era: el cumplimiento de las ceremonias y requisitos prescritos en el judaísmo, ¿le da derecho a una persona al favor divino y a ser aceptada por Dios? La respuesta fue un rotundo No: "el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo" (Gálatas 2: 16). El cristiano que trata de ganar la salvación mediante las "obras de la ley", está renunciando completamente a la gracia de Cristo (2: 21; 5: 4).
Los cristianos, como "hijos de la promesa" (4: 28), son "herederos" (3: 6-7, 14, 29). Ya no eran niños inmaduros en la fe para necesitar un "ayo" que los guiara (3: 23-26; 4: 1-7), pues se habían convertido en nuevas criaturas en Cristo (4: 7; 6: 15), "guiados por el Espíritu" (5: 18), y Cristo vivía por la fe en sus corazones, en donde tenían escrita la ley moral (2: 20; Hebreos 8: 10).
Pero entre tanto que los judíos se jactaban de una justificación que pretendían adquirir mediante sus propios esfuerzos, observando las leyes de Dios (Romanos 2: 17; 9: 4), los cristianos reconocían -y reconocen- que no tenían nada de qué gloriarse, excepto en el poder salvador de "la cruz de nuestro Señor Jesucristo" (ver Gálatas 6: 14).
"Ley" en la epístola de Gálatas equivale a toda la revelación recibida en el Sinaí, las reglas de Dios para sus hijos: leyes morales, estatutos civiles y ritos ceremoniales; aunque posteriormente los judíos les añadieron por su cuenta un cúmulo de leyes. Pensaban equivocadamente que por sus propios esfuerzos podían obedecer perfectamente esas leyes y que con semejante obediencia podían ganar su salvación.
La Epístola a los Gálatas no se ocupa prácticamente de ninguna de esas leyes en particular, sino de la falsa idea de que alguien pueda ganar su propia salvación mediante el cumplimiento riguroso de los diversos requerimientos legales. El dilema es: o la salvación por la fe, o la salvación por las obras; ambas se excluyen entre sí.
Pablo explica que las promesas del Evangelio fueron confirmadas a Abrahán en el pacto, y que la revelación de la ley de Dios 430 años después no alteró las condiciones de ese pacto (Gálatas 3:6-9, 14-18). "La ley" no tenía el propósito de reemplazar el pacto o de proporcionar otro medio de salvación, sino de ayudar a los hombres a que entendieran las condiciones del pacto de la gracia divina y se apropiaran de ella.
"La ley" no tenía el propósito de ser un fin en sí misma, como suponían los judíos, sino un medio -un "ayo"- para guiar a los hombres a la salvación en Cristo de acuerdo con las promesas del pacto. El propósito de "la ley", su "fin", o meta, es conducir a los hombres a Cristo, no abrirles otro sendero de salvación. Sin embargo, la mayoría de los judíos voluntariamente permanecieron en la ignorancia del plan de Dios de justificar a los hombres por la fe en Cristo, y continuaron tratando de establecer su propia justicia "por las obras de la ley" (Gálatas 2: 16; ver Romanos 10: 3).
Pablo explica, además, que el pacto con Abrahán hacía provisión para la salvación de los gentiles, pero "la ley" no; y que por tal razón los gentiles debían encontrar la salvación por medio de la fe en la promesa hecha a Abrahán,y no por medio de "la ley" (Gálatas 3: 8-9, 14, 27-29).
El error y el grave problema que los judaizantes habían introducido en las iglesias de Galacia consistía en tratar de imponer sobre los conversos gentiles formas ceremoniales como la circuncisión y la observancia ritual de "los días, los meses, los tiempos y los años" (4:10; 5:2). Ese problema específico había dejado de existir, pues los cristianos ya no estaban -ni están, por supuesto- en peligro de tener que practicar las leyes rituales del judaísmo (cf. cap. 4:9; 5:1). Pero esto no equivale a decir que el libro de Gálatas tiene únicamente interés histórico, y ningún valor espiritual y pedagógico para los cristianos modernos. La inclusión de la epístola en el canon sagrado demuestra su tremendo valor e importancia para nuestros días (cf. Romanos 15: 4; 1 Corintios 10:11; 2 Timoteo 3: 16-17).
La lección que se destaca en Gálatas para la iglesia actual es la misma que en los días de Pablo: que la salvación sólo se puede lograr por medio de una fe sencilla en los méritos de Cristo (Gálatas 2: 16; 3: 2; 5: 1), y que nada de lo que el hombre pueda hacer mejora en lo más mínimo su condición delante de Dios ni incremento sus posibilidades de obtener el perdón y la redención. La ley no tiene poder para librar a los hombres de la condición de pecado en que se encuentran. Este es el "Evangelio" de Pablo en contraste con el "evangelio" pervertido delos judaizantes (1: 6-12; 2: 2, 5, 7, 14).
La carta concluye con una exhortación para que no abusaran de la libertad que poco antes habían encontrado en el Evangelio, sino para que vivieran una vida santa (cap. 6). El amor cristiano debía inducir a los gálatas a estar en guardia contra un espíritu de santidad fingida y a tratar bondadosamente a los que cayeran en error. La iglesia debía ser conocida por sus buenas obras -el fruto del Espíritu-, y no debía tratar de sustituir la fe en los méritos salvadores de Cristo con las buenas obras.

20.03. GÁLATAS - Marco histórico

Pablo y Bernabé fundaron en su primer viaje las iglesias de Antioquía de Pisidia, Iconio, Listra y Derbe (ver Hechos 13:14 a 14:23), alrededor de los años 45-47 d. C.

Después de volver a Antioquía fueron enviados a Jerusalén con la pregunta de si se debía imponer a los gentiles convertidos al cristianismo la práctica de los ritos y las ceremonias del judaísmo (ver Hechos 15).

El Concilio de Jerusalén, celebrado alrededor del año 49 d. C., se pronunció en contra de imponer dichos ritos y ceremonias a los que no eran judíos. Pablo comenzó su segundo viaje misionero poco después de ese concilio, acompañado por Silas. Primero visitaron de nuevo las iglesias del sur de Galacia que Pablo había organizado en su primer viaje, tres de las cuatro se mencionan específicamente: Derbe, Listra e Iconio (ver Hechos 16: 15). Después llevaron el Evangelio a Frigia y Galacia (vers. 6).

Los que sostienen la teoría de la Galacia del norte hacen notar que después de esta visita a Derbe, Listra e Iconio, Pablo y Silas pasaron por el lugar que Lucas llama "la provincia de Galacia". Por esto se puede deducir que Lucas hablaba de la región donde se establecieron los galos y no lo que los Romanos llamaban la 930 provincia de Galacia, que incluía otras zonas hacia el sur. Pablo volvió una vez más a Galacia a comienzos de su tercer viaje misionero, alrededor de los años 53 y 54 d. C.

La Epístola a los Gálatas tuvo que haber sido escrita después de los sucesos registrados en Gálatas 2:1-14. Si aquí se hace alusión al concilio de Jerusalén descrito en Hechos 15, la carta debe haber sido escrita después de la terminación del primer viaje, pues ese concilio se celebró entre el primer viaje misionero y el segundo (ver Hechos 15: 36-41).

Además, de acuerdo con Gálatas 4:13, parece que Pablo ya había visitado las iglesias de Galacia dos veces, y si es así, la carta tuvo que haber sido escrita después de que terminara su segundo viaje. Si se acepta la teoría de la Galacia del norte, la carta a los Gálatas fue escrita después del tercer viaje, pues Pablo no había visitado las iglesias del norte de Galacia en su primer viaje. Por lo tanto, el momento cuando escribió la epístola podría ser el invierno (diciembre febrero) del año 57/58 d. C.

Un argumento presentado en favor de Corinto como lugar de donde se escribió la epístola, es el gran parecido entre el tema de esa carta y Romanos, que fue escrita durante la tercera visita de Pablo a Corinto. La justificación por la fe es el tema de ambas epístolas, y ambas tratan ampliamente la diferencia entre "la ley" y el Evangelio.

Pero si se acepta la teoría de la Galacia del sur, es posible fijar la fecha más temprana de 45 d. C. Algunos piensan que pudo haber sido escrita aún antes del concilio de Jerusalén, inmediatamente después del regreso de Pablo a Antioquía al terminar su primer viaje. La razón que se da para esta conclusión es que la epístola no contiene ninguna mención específica del concilio ni de la decisión que allí se tomó. Ante la objeción de que Pablo ya había visitado dos veces las iglesias del sur de Galacia, los que aceptan la teoría de la Galacia del sur argumentan que su regreso a ellas durante el primer viaje debe ser considerado como una segunda visita (ver Hechos 14: 21-23).

El propósito de la carta es evidente por su contenido. Amenazaba la apostasía -si es que ya no había comenzado - por lo cual la carta era naturalmente una epístola polémica. La apostasía sobrevino debido a la acción de algunos maestros judaizantes, quizá del mismo grupo que causó dificultades en la iglesia de Antioquía de Siria en cuanto a la misma cuestión (Hechos 15: 1).

La discordia de esos hombres en Antioquía determinó la celebración del concilio de Jerusalén, en donde los judaizantes se opusieron otra vez a Pablo argumentando que los conversos cristianos debían observar las ordenanzas legales judaicas, y exigían la circuncisión de Tito (Gálatas 2: 3-4).

En esta epístola Pablo no se ocupa mucho de la circuncisión, ni en particular de cualquier otra característica de la ley ceremonial, sino de la falsa enseñanza de que el hombre puede salvarse a sí mismo observando los preceptos de "la ley". Esto es evidente por el hecho de que el apóstol en algunas ocasiones había participado de los ritos (Hechos 18: 18; 21: 20-27). También permitió que Timoteo fuera circuncidado (Hechos 16: 3).

Es indudable que esos falsos maestros habían logrado gran éxito en sus esfuerzos y hasta habían engañado con sus enseñanzas a una cantidad no pequeña de los feligreses de las iglesias de Galacia (ver Gálatas 1: 6).

No se puede saber con exactitud hasta dónde habían llegado las iglesias engañadas en la práctica del legalismo antes de que recibieran la epístola de Pablo, pero se nota por el tono general de la carta que había un peligro inminente de apostasía general. Esos maestros iban directamente en contra de la decisión del concilio. No sólo repudiaban el Evangelio de Pablo, sino que criticaban su autoridad como apóstol, haciendo mucho énfasis en el hecho de que Pablo no era uno de los doce elegidos y ordenados por Cristo.

Para que los gálatas vieran con claridad el error en el cual habían caído, Pablo reafirmó los grandes principios del Evangelio tal como se los había enseñado. Pero como se acusaba al apóstol de que predicaba un evangelio falso, y eso implicaba la otra afirmación de que él no estaba calificado para enseñar, Pablo se sintió obligado a dar pruebas que demostraran su apostolado. Esto explica la parte autobiográfica de la carta (cap. 1: 11 a 2: 14).

Su propósito al presentar un relato tan detallado de hechos personales relacionados con el problema, era probar la validez de su Evangelio. También destacó que sus enseñanzas que explicó a los apóstoles en el concilio estaban en armonía con las de los dirigentes que se habían relacionado personalmente con Jesús y habían recibido sus mensajes directamente de él.

20.02. GÁLATAS - Autor

La paternidad literaria paulina de esta epístola no ha sido puesta en duda seriamente.

La evidencia interna de la epístola es convincente, y concuerda en forma completa con el carácter de Pablo como es descrito en los Hechos y en otras cartas atribuidas a él.

Los escritores cristianos posteriores a los apóstoles conocían la epístola, y consideraban que provenía de la mano de Pablo.

Aparece en las listas más antiguas de libros del NT.

20.01. GÁLATAS - Título

Esta carta fue dirigida a las iglesias de Galacia.

No se sabe si estas iglesias estaban en el norte de Galacia, en ciudades como Tavion, Pesino y Ancira (Angora), o en el sur, en Antioquía, Iconio, Listra, Derbe y otras ciudades.

A la primera opinión se le da el nombre de teoría de la Galacia del norte; y a la segunda, teoría de la Galacia del sur.

El nombre Galacia se debe a las tribus de galos que invadieron el Asia Menor alrededor del año 278 a. C. y se establecieron en la parte norte de lo que en el 25 a. C. se transformó en la provincia romana deGalacia.

19.05. 2 CORINTIOS - Bosquejo

I. Introducción, 1: 1-11.

A. Saludos, 1: 1-2.

B. Agradecimiento en medio de la tribulación, 1: 3-11.


II. Relaciones recientes con la iglesia de Corinto, 1: 12 a 7: 16.

A. Explicación del cambio en los planes de viaje, 1: 12 a 2: 4.

B. Consejo para que el ofensor inmoral se volviera a Cristo, 2: 5-11.

C. Ansiedad por tener noticias de Corinto, y gozo por haberlas recibido, 2: 12-17.

D. Credenciales apostólicas, 3: 1-18.
1. Credenciales de Pablo como apóstol genuino, 3: 1-6.
2. La gloria de la comisión apostólica, 3: 7-18.

E. Los apóstoles sostenidos por el poder divino en su ministerio, 4: 1 a 5: 10.

1. Fortaleza para resistir: una evidencia de la gracia divina, 4: 1-18.
2. La vida y la muerte teniendo en cuenta la eternidad, 5: 1-10.

F. El ministerio de reconciliación, 5: 11 a 6: 10.

1. El apóstol como embajador para Cristo, 5: 11-21.
2. La disciplina es esencial para el apostolado, 6: 1-10.

G. Exhortación para que los corintios se separen de los impíos, 6: 11 a 7: 1.

H. Regocijo de Pablo por la cordial respuesta de los corintios, 7: 2-16.


III. La colecta para los cristianos necesitados de Judea, 8: 1 a 9: 15.

A. La liberalidad ejemplar de las iglesias de Macedonia, 8: 1-6.

B. El ejemplo de Jesucristo, 8: 7-15.

C. Tito es comisionado y recomendado para recibir la ofrenda de Corinto, 8: 16-24.

D. Exhortación para que los corintios hicieran su parte, 9: 1-15.
1. Exhortación para completar la colecta de fondos, 9: 1-5.
2. Exhortación a la liberalidad, 9: 6-15.


IV. Pablo defiende su apostolado; exhortación a los impenitentes, 10: 1 a 13: 10.

A. Respuesta a los que habían menospreciado a Pablo como apóstol, 10: 1-12.

B. Corinto dentro de la esfera de la obra de Pablo, 10: 13-18.

C. Rasgos que diferencian a los apóstoles verdaderos de los falsos, 11: 1 a 12:18.
1. Sutileza de los falsos apóstoles, 11: 1-6.
2. Independencia económica de Pablo de los corintios, 11: 7-15.
3. Sufrimientos de Pablo como apóstol, 11: 16-33.
4. Pablo recibía revelaciones divinas, 12: 1-5.
5. Pablo humillado por un aguijón en su carne, 12: 6-10.
6. Pablo no se enriquecía a expensas de los corintios, 12: 11-18.

D. Exhortación final a los impenitentes, 12: 19 a 13: 10.


V. Conclusión, 13: 11-14.